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Los nudistas asturianos estallan: "Nos acosan, nos insultan y nos miran mal"

La asociación de naturistas pide "respeto" y denuncia que "hay grupos de hombres que se masturban ante chicas" en las playas de la región

Dos bañistas nudistas pasean por la orilla en el playón de Bayas, en Castrillón. MIKI LÓPEZ

"Acoso, insultos, intimidación y malas miradas". Así es un día de playa para los nudistas asturianos, que claman "respeto" a raíz de la presunta agresión sexual a una mujer cometida por cinco hombres el pasado 15 de junio en un arenal de Cullera (Valencia). Sin llegar a casos tan graves, en la región cunde "el miedo" entre las bañistas. La Asociación Naturista de Amigos del Principado de Asturias (ANAPA), que preside Antonio Jaramillo Rivera, denuncia que en Peñarrubia (Gijón) "hay grupos, mayormente de origen rumano, que se masturban delante de las chicas que practican nudismo". "Hay gente retrograda y enferma que no se corta ni un pelo. Se nos falta continuamente al respeto en las playas", se queja Jaramillo.

Uno de los arenales nudistas por excelencia es Torimbia, en Llanes, reconocido como tal por la Federación Internacional de Naturismo. Sin embargo, los nudistas están dejando de ir, porque "la presencia de textiles -así se refieren a quienes llevan puesto el bañador- va en aumento" a la par que "las malas miradas". Una situación similar, según asegura el colectivo, se vive en Peñarrubia y en el playón de Bayas, en Castrillón. "Nosotros no tenemos por qué avergonzarnos; nos mostramos como Dios nos trajo al mundo. Tenemos tanto derecho como los demás a estar como queramos dentro de las leyes", reivindica Antonio Jaramillo, quien advierte, no obstante, que el clima de convivencia en las playas de la región se ha vuelto insoportable.

El caso más sangrante es el de Peñarrubia, donde grupos de hombres intimidan a mujeres que toman el sol desnudas. "Y da igual que llames a la Policía que no, siguen viniendo. No se cortan ante chicas y ante niños. El otro día tuve que echar a un pederasta de la playa y de esos, desgraciadamente, hay varios", protesta el responsable de la asociación, formada por unos 70 socios. En los arenales nudistas de la región hay un problema añadido: la suciedad que genera la chavalería por las prácticas de botellón y el encendido de hogueras. "Luego pagamos justo por pecadores y nos acusan a nosotros de ensuciar los espacios naturales", comentan.

En el Principado hay unas quince playas en las que se realiza nudismo, aunque sólo dos están reconocidas por Bruselas: Torimbia, en Llanes, y Oleiros, en Cudillero. El resto de arenales son Mexota y Serantes (Tapia de Casariego); Barayo, que es mixta (entre Navia y Valdés); Bayas (Castrillón); las dunas de Xagó, Aguilera y dos calas de Luanco (Gozón); las dunas del Espartal (San Juan de Nieva, Avilés); Peñarrubia y Serín (Gijón); Merón (Villaviciosa); Vega, que es mixta (Ribadesella); y Toranda, Sovalle, Ballota y la Tayada (Llanes).

La turística playa de Gulpiyuri también fue siempre nudista, pero el incremento de visitantes ha desplazado a los naturistas. Según sostiene el colectivo regional, no pueden aplicar su filosofía en arenales "textiles" puesto que si lo hacen se arriesgan a ser "expulsados". "Tenemos el lío armado seguro, por eso exigimos que nos respeten dentro de nuestras zonas", zanja Antonio Jaramillo.

La supuesta agresión sexual en grupo en El Mareny de Sant Llorenç, en Cullera (Valencia), ha desatado el pánico en toda España. Los hechos, según la Guardia Civil, sucedieron el pasado día 15, cuando la víctima, una mujer de la localidad de Sueca, estaba en la playa y cinco hombres, de entre 45 y 50 años, le increparon con "frases vejatorias de tipo sexual". En su denuncia, la naturista relató que fue objeto de "algún tipo de abuso sexual" y que al llegar al aparcamiento pidió ayuda a una pareja mientras los cinco hombres subieron a su vehículo, realizaron "maniobras bruscas" y estuvieron a punto de arrollarla.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sueca ha abierto diligencias sobre lo ocurrido.

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