El dueño de la finca en la que el pequeño Julen perdió la vida se enfrenta a tres años de prisión por homicidio por imprudencia grave, aunque los padres del niño elevan su solicitud a tres años y seis meses por una negligencia "extremadamente grave". El inicio del juicio está señalado para el próximo día 21 en el Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga.
El fiscal explica en su escrito de acusación provisional que el procesado "no había señalizado ni advertido" de la presencia de la prospección e insiste en que "era el único conocedor" del pozo por el que cayó el pequeño, añadiendo que "los demás desconocían" su presencia y que "apenas se veía".
La Fiscalía indica que el día de los hechos el acusado fue junto con su pareja y su hija menor, así como con los padres de Julen y el pequeño a la finca. Cuando llegaron, el procesado aparcó y se dispuso a mostrar la parcela al padre del pequeño.
En un momento dado, el niño se puso a correr y al verlo, la pareja del acusado comenzó a gritar el nombre del menor, reaccionando "de forma inmediata" el padre, corriendo ambos en dirección al pequeño para pararlo y evitar "que se hiciera daño con las piedrecitas o las paredes de la zanja". Pero al llegar a su extremo final "de forma repentina y sorprendente" desapareció de la vista, ya que "Julen se coló por la boca del pozo que se encontraba a ras del suelo de la zanja, en el extremo final y sin tapar". La boca del pozo era de 27 centímetros de diámetro, reduciéndose posteriormente hasta los 21-22 centímetros. El padre del niño intentó sin éxito rescatar a su pequeño.