Los bares de copas y discotecas podrán abrir en Asturias desde este lunes sin usar la pista para bailar

Los bares de copas y discotecas podrán abrir en Asturias a partir del lunes, aunque con restricciones. El Ministerio de Sanidad publica en el Boletín Oficial del Estado de hoy una nueva orden, que permite reanudar en la fase 3 una actividad que llevaba suspendida desde la declaración del estado de alarma y para que la aún no se había decretado alivio alguno. "Es uno de los sectores más desguazados", había advertido esta semana el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, durante una visita de trabajo en Oviedo.

"Podrá procederse a la reapertura al público de locales de discotecas y bares de ocio nocturno siempre que no se supere un tercio de su aforo", establece la nueva orden ministerial. También estarán abiertas público las terrazas al aire libre de este tipo de establecimientos pero no podrán destinarse las pistas de baile a su uso habitual aunque sí "para instalar mesas o agrupaciones de mesas", recoge la nueva normativa, que regirá al menos durante el vigente período de alarma, hasta el 21 de junio inclusive.

La patronal de hostería y turismo en Asturias, Otea, había mostrado este viernes su oposición a la negativa del Gobierno para reabrir esta actividad al entender que no existía "ninguna razón" para mantener el cierre si se ponían en práctica "las medidas sanitarias y los protocolos necesarios para evitar y minimizar los contagios".

"Lamentamos que se estigmatice a un sector que prioriza la seguridad de sus clientes y trabajadores en sus planes de reapertura, y ponga en riesgo la subsistencia de las empresas y de los puestos de trabajo", añaden desde Otea tras lamentar que el ocio nocturno quede al margen de cualquier proceso de diálogo para analizar las razones y las causas de estas restricciones.

Para la patronal asturiana, impedir que los locales nocturnos siguieran el mismo proceso de reaperturas que el resto de la hostelería y el turismo suponía "condenarlo a la desaparición" y se propiciaba, además, indirectamente la proliferación del botellón como alternativa para el ocio juvenil y la organización de fiestas privadas sin controles de asistencia y separación entre participantes.