El Gobierno del Principado prepara un presupuesto sin modificaciones en la fiscalidad y con la voluntad de apurar "al máximo posible" el nuevo margen de endeudamiento que le permiten las condiciones recién flexibilizadas desde el Estado. El presidente del Ejecutivo autonómico, Adrián Barbón, avanzó esos primeros detalles esta mañana, al responder a IU en la sesión bisemanal de preguntas de los portavoces de la oposición, matizando su pretensión de "no tocar la cuestión impositiva" con su conocida demanda de "una reforma fiscal en España" que establezca "una armonización de mínimos entre las comunidades autónomas" para evitar prácticas de "dumping fiscal" o para que algunas regiones no digan a "papá Estado" que les falta dinero después de bajar los impuestos. "Dentro de nuestras posibilidades económicas", remarcó el Presidente, "vamos a llegar al máximo posible, aunque eso suponga endeudarnos más".

Para buscar los apoyos que necesita este presupuesto clave de 2021, con el objetivo de déficit recién desembridado desde el 0,2 por ciento del año vigente al 2,2 y la consiguiente posibilidad de que el Principado eleve su capítulo inversor en 526 millones de euros, Barbón y la izquierda parlamentaria de la Junta escenificaron esta mañana un conato de acercamiento, unas bases sobre las que empezar a salvar las diferencias del pasado reciente. El Presidente volvió a abogar por el "diálogo abierto" y por la "invitación formal" en primer lugar a los grupos de la izquierda y fue todo cordialidad en su réplica a Podemos, otrora el grupo más renuente al pacto presupuestario de las izquierdas.

Aceptó Barbón ante el diputado morado Rafael Palacios que sea la "agenda 2030" de desarrollo sostenible -con sus grandes propósitos de progreso social e igualitario o su apuesta por la "reindustrialización verde"- el marco, todavía muy genérico, por donde abrir el diálogo. Aprovechando que en el Gobierno de España esto cae bajo las competencias que asume la vicepresidencia del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, el diputado propuso a Barbón la convocatoria de "un foro de reflexión y análisis sobre la agenda 2030 y el desarrollo sostenible encabezada por usted y el vicepresidente segundo del Gobierno".

Dicho y hecho, el presidente del Principado recogió el guante "con los brazos abiertos" y la disposición a cursar la invitación. Palacios y la portavoz de IU, Ángela Vallina, habían hecho previamente su propio emplazamiento mirando hacia el proyecto de presupuestos, pidiendo el podemista "convertir en hechos las palabras y en políticas las declaraciones". Barbón anunció diálogo para unas cuentas de marcada "orientación social" y construidas sobre los ejes que marca una "apuesta por la sostenibilidad del sistema de salud, educativo y de políticas sociales".

El presidente del Principado defendió sus gestiones, y hasta sus discrepancias con parte de la política industrial del Gobierno socialista del país, cuando la pregunta de la portavoz del PP, Teresa Mallada, le acusó de inacción ante el declive de la industria asturiana, o de "tocar la lira mientras ardía Roma". Barbón terminó acusando a los populares de "no reconocer que la transición ecológica es un proceso que se tiene que asumir sí o sí". En el capítulo sanitario, traído hoy a la cámara por el portavoz de Vox, Ignacio Blanco, opuso a la crítica, centrada en la desatención de la atención primaria, el reconocimiento de "una veintena de problemas en casi el centenar de centros de salud", detectados gracias al proceso de participación ciudadana puesto en marcha por el Gobierno para detectar las deficiencias del sistema sanitario. Quiso además Barbón enfatizar sus propuestas para la primera mencionando la contratación de personal, algunas aperturas vespertinas o la puesta en marcha de una central de llamadas para la atención telefónica.