"Fue un rollo nada más", admitió a mediodía de ayer el presunto autor de la agresión sexual sufrida por una menor de 11 años en Noreña el 25 de diciembre de 2016. El hombre, vecino de Avilés de 36 años (tenía 32 cuando ocurrieron los hechos), quiso convencer al tribunal de que la menor había accedido a tener relaciones con él. La defensa, en el juicio celebrado en la sección segunda de la Audiencia, pidió su libre absolución. La menor, que ahora tiene 15 años, aseguró ante el tribunal que no se acordaba de lo ocurrido y que había acudido a la zona de la iglesia de Noreña, donde llegó el acusado, de etnia gitana, a bordo de un coche con otros dos menores. La menor fue llevada hasta la zona del matadero, donde el hombre pasó a la parte de atrás con la niña y la agredió sexualmente. Los forenses indicaron que la menor no sufrió penetración por parte de su agresor, ya que su estructura genital está intacta.

Ante esta circunstancia, el ministerio público decidió rebajar su petición de doce años de prisión a cinco -el mínimo, ya que podría haber solicitado diez años-, manteniendo el cargo de agresión sexual, puesto que el acusado habría ejercido violencia sobre la pequeña. También solicitó la prohibición de acercamiento a la víctima durante ocho años y cinco años de libertad vigilada, así como la prohibición de trabajar en labores relacionadas con niños durante quince años. Solicita además 10.000 euros de indemnización para la menor por daños morales.