La Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo, en el marco de la "operación Fasgueo”, a desarticulado una organización criminal dedicada a los robos con fuerza en el entorno de las minas de Cerredo, en el concejo de Degaña. Se han detenido e investigado a 38 personas a las que se les imputan delitos continuados de robo con fuerza, falsedad documental, receptación y pertenencia a grupo criminal.

En los últimos días del mes de agosto, la Guardia Civil de Pravia identificó a los ocupantes de una furgoneta que había sufrido un accidente y a los ocupantes de dos vehículos que la acompañaban. En el interior de los vehículos, la Guardia Civil intervino diverso material eléctrico de alta tensión (cables, pletinas de cobre, condesadotes, etc) al no poder los ocupantes de los vehículos justificar la procedencia de este material. El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pravia, realizó tres actas de aprehensión y dejó el material depositado en un almacén municipal del Ayuntamiento de Salas.

Al día siguiente, se personó en las dependencias de la Guardia Civil de Degaña un representante de la Mina Cerredo para denunciar el robo de material del interior de las instalaciones por valor de 180.000 euros. Tras mostrarle el material que había sido intervenido el día anterior por la Guardia Civil, el representante de la mina lo reconoció como el objeto de su denuncia, por lo que una vez realizadas las gestiones oportunas se le devolvió el material a su legítimo propietario.

A mediados del mes de septiembre, la Central Operativa de Servicios (COS) de la Guardia Civil, recibió una llamada telefónica a las dos de la madrugada en la que se informaba de que en las instalaciones de la mina de Cerredo había varias furgonetas y mucha gente y que era probable que estuvieran robando material. El COS desplazó al lugar a tres patrullas de Seguridad Ciudadana y comunicó la incidencia a COS León, que también envió al límite de provincia a cuatro patrullas de la Guardia Civil. Las patrullas de la vertiente asturiana en su camino hacia la mina interceptaron nueve vehículos, de los cuales tres estaban cargados con 300, 600, y 800 kilos de cable de cobre sin que los ocupantes pudieran justificar su procedencia.

Fueron identificadas 21 personas, con domicilios en varios puntos de la geografía asturiana, además, sobre uno de los identificados pesaba una orden de detención dictada por el Juzgado de Instrucción número 3 de Gijón, por lo que fue detenido y puesto a disposición judicial.

El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pravia, tras comprobar que el material intervenido coincidía con el incautado en días anteriores, inició la "operación Fasgueo” con el fin de comprobar si los robos que se estaban cometiendo en la Mina de Cerredo, obedecen a un plan organizado para cometer robos en esas instalaciones. A los largo de los meses de septiembre y octubre, la Guardia Civil realizó gestiones para la localización e investigación de las personas identificadas en las inmediaciones de la mina en días en los que se cometieron los robos, incrementaron la vigilancia de las instalaciones y sus accesos y lograron recuperar varios kilos de cable de cobre además de otros materiales y herramientas.

Tras varios operativos realizados, los agentes pudieron verificar que existía una organización criminal dedicada a la sustracción recurrente de este tipo de material formada por varias personas vinculadas al mundo delincuencial, con multitud de antecedentes tanto de ámbito penal como policial y que sus miembros desarrollaban diversas labores específicas, tales como la sustracción del material, su ofrecimiento a las empresas de recuperaciones metálicas y su venta final.

Además la organización contaba con más de treinta vehículos que eran utilizados de manera indistinta por sus miembros según la función a realizar. Entre los vehículos utilizados por este grupo criminal de manera más recurrente, se encontraba una furgoneta, cuyas placas de matrícula estaban falsificadas y pertenecían realmente a otro vehículo idéntico afincado en la provincia de Toledo, hecho que les permitía circular con total impunidad y sin ser realmente detectados.

Los agentes de la Guardia Civil de Pravia encargados de la investigación lograron localizar este vehículo en la localidad de Avilés (Asturias), donde tras un minucioso operativo, se pudo identificar a su conductor, comprobando cómo la furgoneta, y de manera independiente a las placas de matrícula usurpadas, habría sido sustraída en la localidad de Móstoles (Madrid), procediendo entonces a la detención del conductor y a la incautación del vehículo.

Finalmente, en los meses de noviembre y diciembre la Guardia Civil localizó a todos los implicados en estos robos, logrando detener e investigar a un total de 38 individuos, a los que se les atribuye los delitos continuados de robo con fuerza en las cosas, falsedad documental y grupo criminal. Quedó desarticulado por completo el entramado criminal descrito. Durante el desarrollo de la operación, la Guardia Civil fue capaz de detectar y recuperar en diferentes puntos de Asturias más de siete toneladas de material sustraído vinculado al grupo criminal desarticulado el cual habría sido valorado en 2 millones de euros. La investigación ha sido dirigida por parte del Juzgado de Cangas del Narcea, donde ha sido entregado el atestado correspondiente.