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La semana clave: las razones por las que la evolución de los contagios de los próximos días dirá si la cuarta ola está cerca

Salud admite que el descenso de la tercera oleada se está estancando y teme que la relajación de restricciones en los grandes concejos haga repuntar la transmisión del virus

Una enfermera en un puesto de autocovid.

Asturias afronta a partir de mañana una semana clave para dilucidar si finalmente las restricciones vigentes son capaces de mantener los contagios en descenso de la tercera ola o, al contrario, resultan insuficientes y se desencadena una tendencia ascendente de contagios, patrón que muchos epidemiólogos consideran que podría ser la consecuencia de la hegemonía de la variante británica del virus SARS-CoV-2 en Asturias.

Existe, eso sí, un aliando fundamental en la batalla contra el Covid-19: las vacunaciones. A medida que aumenta el número de personas que han recibido dosis de inmunización desciende la capacidad de contagio de la pandemia; pero este beneficio “extra” en la batalla contra el coronavirus tiene su contraposición en la variante británica, que concede al virus una mayor capacidad de propagación (en torno a 1,5 veces más, según algunas estimaciones).

Varían, por tanto, los parámetros con los que hasta ahora los expertos observaban la posible evolución de los contagios: las vacunas atenúan la propagación, pero el virus se ha reforzado y tiene más capacidad para transmitirse. Además, la tercera ola en Asturias está en fase descendente y se producen relajaciones de las restricciones dado el descenso de casos.

Estas son las principales claves que hay que tener presente para poder interpretar lo que suceda los próximos días.

Cuesta hacer que la tercera ola toque fondo

Los responsables de Salud del Principado admiten que está costando más de lo esperado hacer bajar los casos diarios. En las oleadas precedentes, una vez que se iniciaba el descenso desde el máximo de la curva este se mantenía bastante acusado hasta que terminaba por estabilizarse antes de iniciar un nuevo ascenso.

En el caso de la segunda ola, la cifra de casos diarios logró tocar fondo en el entorno de los 50 positivos por jornada, antes de iniciar la subida hacia una empinada tercera ola inmediatamente después de las Navidades. No obstante, el descenso tuvo los habituales dientes de sierra en ciclos semanales, debidos sobre todo a que en los fines de semana se registran menos casos.

Incidencia diaria de casos Obsalud

Los datos de la última semana, suavizados con medias móviles, parecen mostrar una situación de meseta, lo que podría suponer una ralentización en el control de la pandemia o un mínimo que difícilmente se doblegará si no se añaden restricciones añadidas.

La representación gráfica de los datos hasta el sábado (los correspondientes al viernes y excluyendo el descenso de ayer, que ha de tener en cuenta que en fin de semana se reportan menos contagios) revela, según el catedrático de Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Oviedo Juan Luis Fernández, una tendencia al estancamiento que podría dar lugar a un repunte de casos de incrementarse los contactos y vías de contagio.

Proyección de la tercera ola, elaborada el pasado día 27 de febrero

La incorporación de los datos facilitados hoy (que se refieren a los diagnósticos del sábado), parecen indicar, sostiene Juan Luis Fernández, que la tendencia podría retomar la senda descendente muy suave (ya que cabría esperar más de los 95 casos reportados). "Cabe la posibilidad de que el efecto de la variante británica sea que atravesemos un largo valle prolongado", explica el científico. En todo caso, la evolución durante la próxima semana puede ofrecer más indicios. El propio Fernández ya afirmó que Asturias estaría por debajo de los cien casos antes de que terminase febrero, pronóstico que se ha cumplido el último día.

Pronóstico de evolución de la pandemia en Asturias, con los casos diagnosticados ayer sábado, 27 de febrero.

Los grandes concejos, liberados de restricciones

La curva de la tercera ola se mantuvo en tendencia descendente mientras existían severas restricciones que llegaron a afectar prácticamente a 8 de cada 10 asturianos, con limitaciones a los encuentros sociales y cierres del consumo en el interior de la hostelería e incluso, en algunas situaciones, en las terrazas.

Sin embargo, con una variante del virus dominante más contagiosa, el principio más evidente sería que, en iguales condiciones, las consecuencias deberían ser peores: es decir, con las mismas limitaciones que existían antes de Navidades, el ritmo de contagios podría incrementarse. El consejero de Salud, Pablo Fernández, ya aseguró esta semana que la variante británica del virus (la denominada B1.1.7) ya representaba el 80 por ciento de las muestras secuenciadas genéticamente.

Los próximos días, con los concejos de Oviedo, Gijón y Avilés de vuelta a la pseudonormalidad (se mantienen las restricciones que afectan a toda Asturias desde diciembre), se podrá ver si una mayor actividad social conlleva más contagios.

La vacuna, la gran aliada

Se ha constatado que la vacuna resulta efectiva y que ya atenúa la pandemia desde la primera dosis. En Asturias eso ha podido verse, por ejemplo, en la cifra de fallecidos en esta tercera ola: el número de decesos en los geriátricos asturianos, en los que al tiempo que se expandía el virus se producían vacunaciones, ha descendido de manera evidente.

Comparación de fallecimientos durante la segunda y tercera ola. Se aprecia el efecto de las vacunas.

El caso de Israel (el país del mundo en el que más ha avanzado la vacunación) los estudios corroboraban el descenso de contagios desde la administración de la primera dosis. Hace días, un informe en la publicación científica “The Lancet” resaltaba la efectividad de la vacuna. El ministerio israelí informó esta semana que los contagios han caído hasta un 98,5 por ciento entre los vacunados con las dos dosis en Israel

Israel comrpueba en 94% de efectividad de la vacuna de Pfizer

Israel comrpueba en 94% de efectividad de la vacuna de Pfizer Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: Reuters

En Asturias ya se han administrado el doble de vacunas que la cifra de contagiados en lo que va de pandemia. La cifra de asturianos que ya ha recibido las dos dosis es ligeramente inferior a la de casos a lo largo de todo un año. La aplicación de la vacuna a los colectivos más vulnerables ayuda a contener, sobre todo, los peores efectos de la enfermedad. Pero es necesario acelerar en la vacunación para considerar que existe un porcentaje suficiente de personas inmunizadas como para relajarse.

La difícil estrategia "Cero-Covid"

El Gobierno regional desearía poder reducir tanto la transmisión del virus como para que, cuando expire el estado de alarma en mayo, no hubiera casos. Eso permitiría que, con un exhaustivo control de los brotes y con un alto porcentaje de población vacunada, la pandemia podría considerarse aceptablemente controlada. Tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, ese supuesto resulta difícil de conseguir, aunque es el objetivo que se han marcado muchos países que miran a estrategias de éxito como la de Nueva Zelanda. Otros países, como la India, han conseguido bajar de manera muy significativa los contagios, a costa de un periodo de severas restricciones y un control exhaustivo ante cualquier contagio. Es la llamada estrategia "Cero-Covid".

El Principado ya ha dejado claro que no está dispuesto a relajar medidas en Semana Santa y que no dudará en volver a activar las restricciones de los llamados niveles 4Plus si vuelven a aumentar los casos. Esta semana será determinante para comprobar si lo que ocurre es que la tercera ola desciende lentamente o si, por el contrario, comienza a gestarse la cuarta embestida del virus.

Preocupación

La situación preocupa en el Gobierno regional y en la consejería de Salud, que reiteran sus mensajes apelando a la precaución para evitar unos rebrotes que tienen más probabilidad dada la mayor transmisibilidad de la variante británica.

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