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El Principado se prepara para un incremento de los rescates en la montaña, que el año pasado ya crecieron un 22%

En lo que va de año ya hubo 50 rescates, 26 rastreos en montaña y 153 operaciones con el helicóptero medicalizado

El helicóptero de rescate del SEPA.

Los rescates de montaña están a la orden del día en Asturias. Lo que es peor: no han dejado de crecer en los últimos años y las autoridades temen que este verano sea incluso peor que el pasado. En el que ya había habido un incremento del 22% en las intervenciones de los rescatistas. Porque aunque la montaña asturiana ofrezca unos paisajes inigualables y sea perfecta para pasar el día, los expertos no dejan que advertir que no todas las rutas son iguales y algunas pueden acabar complicándose.

Con esos temores en mente hoy mantuvieron una reunión de coordinación la Delegación del Gobierno en Asturias -con su titular Delia Losa a la cabeza- y el Principado -la representación la tuvo la consejera de Presidencia, Rita Camblor-. Estuvieron también presentes el director general de Seguridad y Estrategia Digital, Javier Fernández; el gerente del Sepa (Servicio de Emergencias del Principado de Asturias), Óscar Rodríguez; el coronel de la Guardia Civil, Francisco Javier Puerta; el responsable de la Unidad de Protección Civil, Daniel Fernández, y el teniente Pablo Villabrille, jefe de la sección de Montaña de los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM).

La reunión de trabajo partía de la necesidad de prepararse para un posible aumento los rescates de montaña "a través de una mejor coordinación con los grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil", indicaron desde el Principado. La consejera de Presidencia, Rita Camblor ha reiterado el interés de todos por mejorar la coordinación entre estos dos servicios "debido a que el turismo en Asturias combina cada vez más playa y montaña; no solo van al monte la gente experta ya que en días nublados muchos veraneantes de costa también pasan el día en la montaña". Por lo que ha apelado a la responsabilidad y la prudencia de las personas para poder evitar estos accidentes.

Las estadísticas a las que apelaron los responsables del Principado revelan que en lo que llevamos de año el GREIM y el Sepa han efectuado 153 intervenciones, de las que 76, prácticamente la mitad, han sido para rescates en montaña. El año pasado, se hicieron 178 salidas de rescate y 25 de rastreo. La mayoría de ellas en el mismo medio, la montaña.

Desglosados los datos, el último verano el Sepa intervino en 13 rastreos y 99 rescates, fundamentalmente en montaña, siete accidentes y 34 traslados para la asistencia primaria a víctimas, lo que supone la mayor cifra de operaciones de los últimos años. En los seis primeros meses de este año, ya intervino en 50 rescates, 26 rastreos en montaña y 153 operaciones con el helicóptero medicalizado.

Efectivos y su despliegue

El grupo de rescate cuenta con dos pilotos, cinco médicos y ocho bomberos rescatadores. En un rescate ordinario, lo habitual es que acuda un equipo formado por piloto, médico y dos bomberos especializados. En el ámbito específico de rescates, el grupo está formado para la intervención en montaña, medio acuático y espeleología.

Tiene una capacidad de respuesta inmediata y un tiempo de salida hacia el incidente de cinco minutos. En menos de otros 10, el grupo llega al 36% de las intervenciones y en menos de media hora, al 89%. El helicóptero medicalizado está permanentemente disponible todo el año. El tiempo total invertido en cada intervención de rescate, como media, es de 1 hora y 20 minutos. 

Uno de sus mejores valores es la rápida llegada y actuación en el lugar, incluyendo la asistencia sanitaria in situ, estabilizando e inmovilizando al accidentado y trasladándolo directamente al hospital correspondiente.

Por la izquierda, el responsable de la Unidad de Protección Civil, Daniel Fernández; el coronel de la Guardia Civil, Francisco Javier Puerta; el teniente Pablo Villabrille, jefe de la sección de Montaña, Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña; la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa; la consejera de Presidencia, Rita Camblor; el director general de Seguridad y Estrategia Digital, Javier Fernández, y el gerente del Sepa, Óscar Rodríguez.

Los bomberos rescatadores cuentan con formación sanitaria y el médico tiene capacidad técnica para participar en este tipo de actuaciones. Todo el equipo puede participar en la atención sanitaria si la situación de la víctima lo requiere, del mismo modo que el profesional sanitario también puede colaborar activamente en la operación de rescate. Por ejemplo, si la intervención de rescate es en la pared de una montaña donde hay un escalador herido, la primera asistencia sanitaria se presta en la misma pared.

La atención médica es integral y continua desde el momento en el que se llega al lugar y hasta el traslado de la persona hasta el hospital de referencia. Este método de intervención permite reducir las consecuencias de las lesiones y mejorar los tiempos de recuperación de los heridos.

La aeronave está dotada con desfibrilador, respirador, aspirador, pulsioxímetro, material de intubación, férulas de inmovilización, camillas o colchón de vacío. Esta medicalización, tanto del equipo como del helicóptero, como el hecho de ser la única aeronave de estas características en Asturias, hace que el aspecto sanitario se convierta en la segunda causa de movilización: traslados y asistencias primarias a víctimas, traslados interhospitalarios, traslados de enfermos o pacientes y asistencia a víctimas. 

La Delegada del Gobierno, Delia Losa, asegura que "falta un poco de pedagogía" y que la gente sepa que la montaña es complicada y que no todas las rutas son iguales.

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