El Principado de Asturias ha solicitado al Ejército veinte rastreadores ante el incremento de casos de covid, que ya le había obligado a incrementar de 18 a 36 personas el personal dependiente de la Consejería de Salud que buscaba los contactos estrechos de los infectados y controlaba a los confinados. Se trata, según el consejero Pablo Fernández, de "ir por delante de esta nueva oleada y anticiparnos a los efectos del virus". Conforme evolucione la situación, se irá contratando a más personal, añadió. Fernández convino en que se agrava la situación. "Lo que estamos viendo en otros países de Europa es muy preocupante. En España, tenemos afortunadamente mayor cobertura de vacunación que en otros países de Europa, eso nos puede proteger de la hospitalización, que es lo más importante", dijo. Preocupa sobre todo la situación de Portugal, que, con un nivel de vacunación similar al español, "se están viendo efectos en la hospitalización". Por eso pidió prudencia a la población, en tanto se tiene "preparado un plan de contingencia para el caso de que aumenten los ingresos". Fernández indicó que "ya hay plantas covid en otros hospitales, aparte del HUCA", aunque la región está "con menos hospitalizaciones, y en riesgos bajos". E insistió que "el objetivo es que cuando llegemos a las Navidad podamos celebrarlas como nos merecemos con nuestros allegados".

Sobre la tercera dosis, Fernández explicó: "Tenemos que intentar que todas las personas en las que la vulnerabilidad va apareciendo pueda tener esa dosis de recuerdo antes de la Navidad. Hasta ahora estábamos vacunando a los mayores de 70 años, estamos por encima de la media de España; también a los que tienen una monodosis con Janssen; las personas que están institucionalizadas en residencias; las que tienen situaciones clínicas que les colocan en vulnerabilidad; y ahora se añaden las personas entre 60 y 69 años y los profesionales de centros sanitarios y sociosanitarios. Esta mañana me han comunicado que ya han empezado con estos colectivos. Se han pedido las dosis adicionales, tenemos capacidad de almacenar y mucha capacidad de administrar lo que nnos va llegando, administramos el 100 por 100 de lo que nos va llegando". Sobre el objetivo de vacunación, admitió que "es difícil, pero vamos a intentarlo".

Fernández hizo estas declaraciones en el curso de un acto entrañable, la imposición al capitán José Carlos López Sánchez, jefe de rastreadores del Regimiento "Príncipe" número 3, con base en el Acuartelamiento "Cabo Noval", de la Cruz de Oficial de la orden de Isabel la Católica, como agradecimiento a una labor que la Delegada del Gobierno, Delia Losa, puso en cifras: "Durante el año que han estado operativos, han trabajado 350 rastreadores, 300 de ellos sin descanso. En ese periodo han hablado con 13.836 personas infectadas, han localizado a 25.247 contactos estrechos, han hehco el seguimiento de 20.467 contactos estrechos y han citado a 18.018 personas para vacunarse". Losa indicó que, "gracias a ellos, la ciudadanía ha redescubierto a las Fuerzas Armadas, por cómo han hecho suyo el dolor ajeno". López Sánchez explicó que fue especialmente el inicio del programa, sobre todo porque se trataba de una enfermedad desconocida, cuya evolución no se podía prever. "Ha sido un trabajo arduo", admitió, al tiempo que extendió a todo su equipo el reconocimiento que supone la Cruz de Oficial de la orden de Isabel la Católica.