La alta mortalidad ensombrece la bajada de contagios y hospitalizaciones en Asturias. Según los datos facilitados hoy por el Principado, el martes dejó 16 fallecidos a causa del virus, la cifra más alta registrada desde el 28 de enero del año pasado. En la misma jornada se registraron 2.230 casos. El día acabó con 395 hospitalizados en planta (27 menos que un día antes) y 45 en las UCI, dos menos que el lunes.
Los fallecimientos a causa del virus se corresponden con cuatro mujeres (de 78, 93, 94 y 96 años) y doce hombres (de 42, 64, 70, 71, 76, 84, 86, 89, 90, 93, 96 y 96). Asturias no registraba una cifra similar de fallecimientos desde el 28 de enero de 2021, cuando se contabilizaron 17 muertos. Aquel enero y diciembre, entre la segunda y la tercera ola, fueron especialmente letales en el Principado.
En cuanto a los ingresos (396 en planta y 45 en UCI) dejan una ocupación total por covid en los hospitales del 12,59% y del 14,65% en el caso de las UCI. Con estos datos, Asturias está en nivel de alerta alto (3 de 4).
¿Por qué aumentan tanto las muertes justo cuando bajan los contagios? Esto es lo que dicen los expertos
"Es normal que al principio de la onda epidémica haya muy pocos fallecidos y esta tasa aumente con las semanas, muchas veces cuando empezamos a doblegar la curva de infecciones", explica González Franco en una clara radiografía de la situación actual.
"La mayoría son gente muy mayor y con muchas patologías, que terminan descompensando por la infección covid. Los dos últimos pacientes que recuerdo que han fallecido en nuestras plantas fueron dos pacientes de más de 85 años, uno con sepsis urinaria e infección por coronavirus sin neumonía y otro con demencia y broncoaspiración, además de posible neumonía a causa del virus", puntualiza González Franco.
Además, especialistas en Medicina Interna consultados por este periódico incluyen otra variable en la ecuación que podría dar respuesta al fallecimiento de personas más jóvenes: que estén sin vacunar. "Tampoco hay que descartar que se trata de pacientes inmunodeprimidas o con patologías previas, más vulnerables al virus".
