La necesidad retrocede en Asturias. El riesgo de pobreza o exclusión social alcanza aún a uno de cada cuatro habitantes, a un 26,3 por ciento en 2021, pero el indicador desciende casi un punto desde el 27,2 de 2020 y vuelve a situarse por debajo de la media nacional, que era del 27 por ciento el año anterior y ha escalado al 27,8. El dato, el último actualizado por el INE, sigue siendo el segundo valor más alto desde 2014. La tasa AROPE (riesgo de pobreza o exclusión, por sus siglas en inglés) apaga con toda la cautela algunas de las alarmas que se habían encendido cuando el informe de 2020 hizo a Asturias rebasar la media por primera vez desde que las dificultades de la población se miden con arreglo a este índice que acoge a los que están al menos en una de estas situaciones: riesgo de pobreza, "carencia material y social severa" y "baja intensidad en el empleo".

Si se aísla el riesgo de pobreza, el INE sitúa ahí al 20,4 por ciento de la población y también este dato vuelve a rebajar el promedio español tras un año por encima. La medición está confeccionada con datos de renta correspondientes a 2020, el primer año de impacto de la pandemia y ahí el Principado tiene una media de 12.861 euros por persona y año, unos 600 por encima de la media. Sube, del 3,1 al 5,8, el porcentaje de población que se considera en situación de carencia "severa" y se mantiene por encima de la media, aunque ha descendido, el empleo de "baja intensidad", que afecta al 14,2 por ciento de la población.