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Y llegó la lluvia a Asturias... Pero los turistas están encantados: "Teníamos ganas de disfrutar del fresco"

Las nubes y los chubascos, que siguen hoy, hacen las delicias de visitantes que huyen del calor y vienen preparados para enfrentarse a ellos

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En imágenes: Los turistas, preparados para las lluvias asturianas I. C. / F. R.

La racha de tiempo veraniego se cortó de forma abrupta en Asturias con la irrupción de nubes y lluvias que, por momentos, fueron intensas. Las precipitaciones, por las que toda Asturias menos el Suroccidente tenía ayer aviso amarillo de la Agencia Estatal de Meteorología, dejaron importantes acumulaciones en Aller (33,6 litros por metro cuadrado); Salas (31,4); Cabo Peñas (31,4); Colunga (31,0) y Pajares (30,4). Sin embargo, no hubo que lamentar abundantes ni graves incidencias y, de hecho, varias localidades españolas acumularon más agua que las asturianas: La Vall de Bianya (Girona), con 92,0; y Santillana del Mar (Cantabria), con 81,2, fueron las dos con registros más lluviosos.

Con todo, los turistas que llenan Asturias este agosto tuvieron que cambiar el bañador y las chanclas por las prendas y complementos para el agua. La mayoría estaban preparados para ello. La solución, bien sencilla: "Paraguas en mano, chubasquero y listo". Incluso hay quien agradece el fin del calor: las máximas en los termómetros bajaron en torno a los cuatro grados y en algunos lugares, como Oviedo, no se alcanzaron los 20. Es el caso de José Luis Mancha y Loli Comino, llegados de Madrid, que repiten destino y no se olvidaron del paraguas. "Teníamos ganas de disfrutar un poco del frío, venimos con el cambio de armario hecho; camisas de manga larga y todo", confesaban en Gijón.

Lejos de detenerse frente a la lluvia, ellos preferían darle la vuelta a la situación: "Haremos turismo de interior, vamos a disfrutar de la gastronomía asturiana y después iremos a alguna cafetería para tomar un café tranquilamente". Un plan similar ideó el grupo, llegado de Aranjuez, formado por Javier García, Juan Carlos García, María José Béjar, María del Mar Colmenar, María del Carmen Jaquet, y Jesús Díaz. "Comeremos un cachopo en el centro y aprovecharemos para ir a visitar la zona de Cimadevilla y, si nos da tiempo, el resto de la ciudad", explicaban. ¿Y qué pasaba si caía otro chubasco con la fuerza de los diluvios que ya habían sufrido los gijoneses por la mañana? "A nosotros no nos frena nadie ni nada", señalaban con humor estos turistas madrileños.

Por otra parte, hay quien repite destino precisamente motivado por el clima de la región. Es el caso de la familia granadina formada por Juan Lupián, Laura Pérez y sus hijos, Helena y Diego Lupián. Vienen de Motril. "Es la tercera vez que venimos a Asturias y venimos básicamente por la temperatura. Es genial este cambio respecto a las altas temperaturas de Granada, se agradece mucho", aseguraban. Y el tiempo trajo consigo actividades que encandilaron a toda la familia: "Fuimos a hacer surf y estuvo muy bien porque las condiciones meteorológicas ayudaron mucho".

También hay quienes combinan las actividades en el exterior e interior, como Daniel Moreno y Eucariz Marcano, de Valencia. "Estamos haciendo un tour guiado para conocer algunos de los sitios más emblemáticos", explicaban al mediodía en Gijón. "Y por la tarde, iremos a un llagar para ver todo el proceso de elaboración y embotellado de la sidra", añadían.

Aunque solo llevaban un día en la ciudad, ambos se quedaron asombrados por el clima y la orografía. "Es una pasada, el hecho de que haga fresco y humedad aquí es impresionante", destacaba Daniel Moreno, acostumbrado al seco y bochornoso verano mediterráneo. "El paisaje también es muy diferente, nos asombró ver una cadena montañosa tan agrupada. Estamos habituados a la montaña, pero con llanuras que las separen", matizaba Marcano.

De hecho, en Asturias se produce esa paradoja de que la lluvia y el viento –que también hizo acto de presencia ayer con alguna racha reseñable de hasta 47 kilómetros por hora en el Cabo Busto– no dejan caras largas entre visitantes, todo lo contrario. "La temperatura es ideal, sobre todo después de estos días de tanto calor; necesitábamos algo de fresco ya", aseguraban David Gómez y Helena Martínez, de Jaén. "Estábamos deseando pasar frío", afirmaba, por su parte, María del Mar Colmenar, visitante de Madrid. Y la mejor parte de la temperatura, para el grupo de madrileños con el que venía ella, llega una vez entrada la noche: "Pasamos de los 47 grados de Madrid a dormir con la ventana cerrada y arropados con una manta, esto es increíble", destacaba Jesús García.

En Oviedo, los visitantes también se armaron con chubasqueros y paraguas. Un numeroso grupo de amigos procedente de Cádiz aseguraba que "algunos se han preparado el equipaje mejor que otros, teniendo en cuenta el clima asturiano. Hemos mirado la predicción del tiempo y realizamos la maleta en consecuencia de lo que, en teoría, nos íbamos a encontrar". Ignacio Ruiz, uno de ellos, contaba que "hemos venido con paraguas, chubasqueros, de todo. Algunos del grupo son más dejados y solo trajeron un paraguas por familia, pero otros, que somos más previsores, hemos traído un paraguas por cada miembro de la familia". Y añadía: "Pese al tiempo, nos ha gustado mucho. Habríamos agradecido algo más de sol, pero nosotros nos adaptamos". Y hay quien piensa en todo. "Este paraguas tiene tal tamaño que nos vale para la lluvia de días como el de hoy y para cuando vayamos a la playa y tengamos que cubrirnos del sol", decían con guasa gaditana.

Daniel Álvarez y Ana Herrera vienen de Ponferrada y Logroño, respectivamente. "Mientras preparábamos el equipaje, ya contábamos con que iba a hacer este tiempo. Era parte del viaje", apuntaba Álvarez. Los propios visitantes cuentan que el turismo en Asturias se basa en que "en cuanto sale el sol, vamos corriendo para la playa; y cuando se nubla o cae la lluvia, visitamos lugares de interés y zonas más urbanas".

A un grupo de madrileños la tromba de agua sobre Oviedo les pilló menos pertrechados, en bermudas. Aún así, se mantenían optimistas. "No venimos preparados para la lluvia, pero nos da igual el agua. Mañana iremos a hacer el descenso del Sella y con lluvia. Con agua, mucho más divertido", sostenía Alberto Peralta.

Ciertamente, la previsión indica que hoy continuarán los chubascos, con tendencia a remitir por la tarde. Asimismo, las temperaturas mínimas sufrirán algún descenso, y las máximas estarán en ascenso en el interior y permanecerán estables en el litoral. La región se situará en el entorno de los 21-22 grados.

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