Los hosteleros, "al límite" y con facturas de luz que se duplican, protestan con un apagón

El sector pide una rebaja de impuestos eléctricos y modificar el sistema de cálculo de tarifas: "Algunos establecimientos están abocados a cerrar"

Hosteleros "a dos velas" por la factura de la luz

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VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

Lorena Landázuri / I. P.

La hostelería asturiana está con el agua al cuello, "al límite" por la subida de los costes de la energía y la inflación. Ayer, los hosteleros dieron el pistoletazo de salida de una reivindicación para exigir reformas en las tarifas y ayudas que les eviten repercutir en los clientes el aumento de costes. Un apagón se convirtió en la expresión de esa queja, concentrado en la calle Gascona de Oviedo, pero que también se reprodujo en otros lugares de Asturias.

"Tras los esfuerzos en la pandemia nos encontramos ante con el incremento exponencial de los precios de los recibos de la luz y del gas. No podemos mantener más esta situación". Es la denuncia pronunciada por José Luis Álvarez Almeida, presidente de Otea, a propósito de los efectos que los costes de la energía está teniendo sobre un sector que "constituye un 12,8% del empleo regional", indicó. "Hay negocios cuya situación es muy preocupante. Solo basta pensar en cuando llega la factura de la luz, que uno esperaba que fuera de 1.000 euros pero resulta que es de 3.000 o 4.000", advirtió ya por la mañana José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España.

Con un simbólico apagón en la calle Gascona, la hostelería clamó contra los obstáculos a los que el nuevo escenario empuja a la hostelería con la lectura de un manifiesto. "Estamos muy sensibilizados por el problema de los costes de la energía, así lo demuestra de manera reiterada la encuesta de confianza y previsión que realizamos entre empresarios del sector", añadió el Almeida.

Pese a las mejoras y la apuesta por la eficiencia en el consumo, Otea reclama "ayudas y apoyos para la reconversión de instalaciones y equipos". Como medidas para hacer frente a la situación, el sector propone "revisar y modificar el sistema de cálculo de tarifas, disponer de un estatuto similar al del consumidor eléctrico intensivo, aprobar bonos eléctricos, aplicando los remanentes de las ayudas covid al sector, no aplicadas, o rebajar los impuestos eléctricos y los costes regulatorios".

Pedro Caramés, presidente de la asociación de sidrerías de Gascona y propietario de la sidrería La Finca, afirma que los gastos en luz se han duplicado en su caso. "Esto supone un esfuerzo grandísimo a lo que se suma el precio del gas. Además, no cabe duda de que, como todo vecino de Oviedo, se incrementa también la materia prima, por lo que los hosteleros estamos ante un doble problema: por un lado, tenemos que asumir esos costes pero no se los podemos trasladar al cliente porque no vendrían a nuestros locales. Los negocios están al límite", denuncia el hostelero.

"Hasta un 300% se ha incrementado la factura de luz y gas, y ese coste lo asuma la empresa, no vamos a poder repercutir ese porcentaje en los precios al público", indica Alberto Álvarez Uría, gerente de La Pumarada y vicepresidente de la asociación de sidrerías de la calle Gascona. El hostelero se atreve a vaticinar que "algunos establecimientos están abocados a cerrar de aquí a principios del siguiente".

En Gijón fueron varios los negocios que se adhirieron a la iniciativa de Otea. Uno de ellos, el Dindurra. "En los últimos meses los negocios de hostelería, hotelería, casas rurales y campings estamos viendo cómo nuestros costes suben mes a mes a causa del incremento de las facturas de luz y gas. La situación es insostenible", denunció Ángel Lorenzo, socio del Grupo Gavia y presidente de la patronal en Gijón. A su juicio, con este apagón "es el momento de que el Gobierno estatal y autonómico nos escuchen". "Hemos visto que los clientes lo han entendido y apoyo".

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