El Occidente y las cuencas, la "Invernalia demográfica" asturiana: las claves de la pérdida de población en estos concejos

La sangría demográfica es enorme en los municipios pequeños, varios de los cuales han perdido más del 27% de su población en solo diez años

El Occidente y las cuencas, la "Invernalia demográfica" asturiana: las claves de la pérdida de población en estos concejos

El Occidente y las cuencas, la "Invernalia demográfica" asturiana: las claves de la pérdida de población en estos concejos

Ramón Díaz

Ramón Díaz

El desplome de la actividad económica, unido al escaso número de mujeres en edad fértil y a la bajísima tasa de fecundidad (0,9 hijos por mujer, de las más bajas del mundo), son las principales causas del envejecimiento de la población en Asturias, lo que a su vez está provocando una sangría demográfica de enormes dimensiones, sobre todo, en las cuencas mineras y el Occidente. Tanto así que, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA este jueves, entre los siete de los ocho municipios de España que más porcentaje de población perdieron en los últimos diez años figuran siete asturianos. Y Cangas del Narcea encabeza el ranking, con un 15,1 por ciento menos habitantes el año pasado que en 2011. Estos datos convierten a estos municipios en la "Invernalia demográfica" de la región, haciendo una alegoría de popular ficción "Juego de Tronos", la zona más fría entre las frías del invierno poblacional que padece desde hace años la región.

Un matiz importante, pero que no invalida los resultados: los datos proceden de censos; o lo que es lo mismo, de estadísticas de población, y no de padrones, que son registros administrativos, y por tanto más exactos. Y un apunte más, también de entidad: al haber estudiado para este informe el Instituto Nacional de Estadística (INE) únicamente las poblaciones de los municipios de más de 10.000 habitantes, queda fuera la mayor parte de la España vaciada. Traducido: hay con toda seguridad cientos de municipios «pequeños» con pérdidas poblaciones porcentuales superiores a las de Cangas del Narcea.

Así ocurre en Asturias, por ejemplo, donde el problema demográfico es aún mucho más grave si se analiza la situación de los concejos con menos de 10.000 habitantes. Porque en ese caso son 19 los municipios con mayores caídas porcentuales de población que Cangas del Narcea. Los números revelan el drama. Illano, Ibias, Degaña y San Martín de Oscos perdieron en el último decenio más del 27 por ciento de su población. Pesoz, más del 26 por ciento; Yernes y Tameza y Amieva, más del 22; Villayón, más del 21, y Grandas de Salime, Villanueva de Oscos y Taramundi, más del 20 por ciento.

Entre los veinte municipios que más porcentaje de población pierden figuran 17 del Occidente. Los tres restantes son el ya citado Amieva, Ponga y Caso. Varios de estos municipios corren peligro de desaparecer en los próximos veinte años, según han revelado varios estudios. Claro que la población de estos municipios es tan pequeña que en números absolutos es muy pequeña en comparación con los ayuntamientos más poblados. Así, el 27,9 por ciento de población perdido por Illano supone «solo» 124 personas menos, mientras que en números absolutos los concejos asturianos que más población pierden son Oviedo (7.841), Gijón (7.658), Avilés (5.987), Mieres (5.409), Langreo (5.241), San Martín del Rey Aurelio (2.329) y Cangas del Narcea (2.122).

La sangría poblacional es tal en Asturias que solo tres concejos han ganado población en los diez últimos años: Santo Adriano (6,6 por ciento), Cabranes (3,5 por ciento) e Illas (0,8 por ciento). Claro que de nuevo en números absolutos el crecimiento es muy reducido: Cabranes, 38 habitantes, Santo Adriano 17 e Illas 8.

El invierno demográfico está siendo especialmente duro en las tres cuencas asturianas, las del Nalón, el Caudal y Cangas del Narcea. El cierre de las minas y el consiguiente hundimiento económico propiciaron un éxodo importante de la población joven. La falta de relevo generacional ha llevado a estas zonas a niveles de envejecimiento superiores incluso a la media de Japón, el país más envejecido del mundo. Así, mientras que los valles mineros del centro de Asturias sumaban en 1990, antes del inicio del plan del cierre de pozos, 195.000 vecinos, en la actualidad apenas se superan los 130.000, lo que supone que las cuencas del Nalón y el Caudal han perdido dos de cada tres habitantes en solo treinta años.

Más de lo mismo en la comarca occidental, cuyos 26 concejos sumaban 202.967 habitantes de derecho en el censo de 1920. Hoy tienen 83.711, un 58,8 menos que entonces. En el último siglo ha perdido por lo tanto 120.000 habitantes, tantos como tienen hoy Avilés, Langreo y Cangas de Onís juntos; tantos como la ciudad de León. Solo Navia tiene en la actualidad más habitantes que en 1920, aunque en lo que va de este siglo también ha entrado en «números rojos».

La comarca oriental de Asturias es otro ejemplo del imparable proceso de despoblamiento que vive la zona rural de Asturias. En los últimos cien años el Oriente ha perdido más de la mitad de su población, el 54,5 por ciento en concreto. Tiene unos 60.000 habitantes menos que los recogidos en el censo de 1920, lo que quiere decir que ha perdido tantos vecinos como tienen en la actualidad Siero y Navia juntos; casi tantos como suman los 45 municipios menos poblados de Asturias, y más que capitales de provincia como Teruel, Soria, Segovia, Huesca, Cuenca y Ávila, y que ciudades como Ibiza o la capital de Extremadura, Mérida.

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