El clamor contra los incendios junta a bomberos, ganaderos y ecologistas, que piden al Principado que "no sea cómplice"

Hubo bomberos, ganaderos, ecologistas, empresarios de turismo rural, agricultores... Todos en una singular e inédita protesta ante la sede de Presidencia del Principado la tarde de este lunes unidos por un mismo motivo: tratar de evitar más incendios como los que en los últimos días han asolado a Asturias. 

Eso los une, además de su indignación por las palabras del presidente regional, Adrián Barbón, quien ha denunciado una «estrategia coordinada», habla de «terroristas» ambientales y echa la culpa a supuestos pirómanos sin haber de momento ninguna detención por los 135 incendios simultáneos que han llegado a contabilizarse en los últimos días. A Barbón le critican «declaraciones irresponsables y sin fundamento».

Los convocantes de la protesta coinciden con el presidente en una cosa: «Que Asturias no arde, la queman». Pero añaden una coletilla: «Gobierno del Principado cómplice».

Esto último los ambientalistas lo basan en la decisión hace seis años del ejecutivo de reformar la ley de montes y eliminar el acotamiento de pastos tras los incendios. Tal decisión, advierte José María Lago, representante de las organizaciones ecologistas en el Consejo Forestal del Principado, «es necesario revertirla. No puede ser que en Asturias el fuego sea un incentivo para ganar pastos». Lago reclama que se convoque una «mesa del fuego» con todos los implicados sentados para buscar un «consenso» en las medidas a adoptar.

Fruti Pontigo, del Colectivo Ecologista, entiende que la administración es cómplice cuando no toma medidas que frenen el despoblamiento, que conlleva montes sin limpiar, y esta maleza es así un «combustible» para el fuego hoy en día. «Según los datos del Principado, el 80% de los fuegos en Asturias están incentivados para limpiar y recuperar pastos. Lo que tienen que hacer es adoptar decisiones efectivas para evitar esto», señaló.

Seguridad laboral

Cómplice de los incendios también ven al Principado los bomberos, quienes llevaron su pancarta –están acampados desde el 8 de marzo en la sede del Servicio de Emergencias de La Morgal– a la concentración en Oviedo. El colectivo advierte de que si no se les «valora» y se les da «estabilidad laboral» difícilmente podrán hacer bien su trabajo de 24 horas los 365 días del año y en el que es fundamental la lucha contra el fuego. «De que nuestro trabajo sea más seguro depende que seamos eficaces», clamó Nati Canto, portavoz del comité de huelga. Piden una reestructuración del cuerpo –hay turnos con solo tres efectivos–, más medios y personal.

Cómplices ve Joaquín Arce, miembro de ANA y exdirector de Política Forestal del Principado (ejerció de 2008 a 2011), a los que no denuncian e investigan a fondo «todos y cada uno de los incendios» que se producen en Asturias. Se calcula más de 2.000 al año y desde enero se han registrado ya en torno a mil. «Desde Oviedo se pueden ver a diario fuegos en el Aramo. Y no se investiga y no se detiene a nadie», lamenta Arce, partidario de recuperar los acotamientos de fincas para pastos –algo que recoge la ley nacional– y ser contundente con los que realizan de forma negligente fuegos que acaban en accidentes.

«De los que hay al año en Asturias sólo se denuncian poco más de 100, pero hay que ser más contundente, investigarlos todos. Y que sean castigados, esto disuaría y la gente sería más prudente. Prender fuego está más penado que robar, pero los robos se investigan todos y lo otro, no». 

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