Sergio Alcántara: "Es un orgullo para Asturias que el único centro de I+D+i de TK esté aquí"

El jefe de innovación pone como ejemplo de avance un ascensor que identifica a los usuarios e interviene solo ante una incidencia

Sergio Alcántara.

Sergio Alcántara. / Miki López

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Con mil fábricas de ascensores, escaleras mecánicas y pasillos rodantes repartidas por todo el mundo y más de 50.000 empleados, TK Elevator tiene su único centro de investigación e innovación en Asturias. "Eso es un orgullo para la región", resaltó en la I Semana de la Innovación de LA NUEVA ESPAÑA Sergio Alcántara Roth, responsable de los laboratorios ubicados en el entorno del parque tecnológico de Gijón y en los que trabajan una treintena de científicos. ¿Y por qué está en el Principado? Juan Carlos Menéndez, jefe de soluciones en TK Airport Solutions, explicó los motivos: "Se daban todas las condiciones para poder innovar. Teníamos el equipo más innovador, que desarrolló una pasarela rodante para los aeropuertos con diferentes velocidades, y encima estábamos en la Milla del Conocimiento y cerca de la Universidad de Oviedo".

El centro funciona desde 2007 y desde entonces están volcados en "desarrollar innovaciones para poder llevarlas a la práctica así como generar nuevos productos", explicó Alcántara. Un ejemplo de ello son los ascensores cognitivos. "Los primeros eran convencionales, es decir, simplemente movían personas de una planta a otra. Luego vinieron los ascensores conectados, que gracias a su conexión nos aportaban mucha información: volumen de fallos, flujo de movilidad, podíamos reducir el tiempo en el que estaban fuera de servicio... Pero ahora tenemos el ascensor cognitivo, el que piensa y actúa. Está lleno de sensores y es capaz de interactuar con las personas. Las cámaras producen píxeles que procesa una red neuronal que puede saber en todo momento cuántas y qué personas están dentro", detalló el directivo.

Este ascensor de última generación utiliza la Inteligencia Artificial y aporta múltiples beneficios, sobre todo a nivel de seguridad. Por ejemplo, "puede detectar que hay un perro o un niño solo dentro del ascensor y solucionar el problema", expuso Alcántara. "O puede saber si entra una persona con silla de ruedas y darle más tiempo para acceder antes de que se cierren las puertas", apuntó Juan Carlos Menéndez.

Toda esta innovación salió para el mundo de los laboratorios de TK Elevator en Gijón. La tecnología no es aplicable solo a ascensores, sino a todo tipo de infraestructuras. "El siguiente paso son los edificios cognitivos", dijo Menéndez, quien avanzó que la compañía ya está trabajando en varios proyectos de ciudades inteligentes.

Sergio Alcántara, que llegó hace dos años a Asturias, destacó que "quien hace la innovación son las personas". "La tecnología –abundó– es un medio que está ahí. Pero lo importante son los beneficios que aporta esa tecnología. ¿Y eso quién lo desarrolla? Las personas. Para nosotros es muy gratificante ver que nuestros proyectos de investigación acaban convirtiéndose en productos y eso es lo que nos motiva cada día".