Fallece el empresario asturchileno Juan Cueto, fundador del grupo de Latam Airlines

Nacido en Colunga, emigró con siete años y fue "ejemplo de talento y éxito en todos los proyectos que emprendió": "Crear riqueza era su gran pasión"

Juan Cueto.

Juan Cueto. / LNE

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Colunga y Chile están de luto. Uno de los hijos más sobresalientes del concejo asturiano, que a la vez es uno de los más destacados empresarios de Sudamérica, Juan Cueto Sierra, fallecía el pasado sábado en su residencia de Santiago de Chile. Tenía 94 años y fue el fundador del grupo empresarial dueño, entre otras compañías, de Latam Airlines, la mayor aerolínea de Latinoamérica, que ahora dirigen sus hijos. Además de su valía como emprendedor, quienes lo conocían destacan que era una persona "cercana", "llana", "generosa" y "afable", aunque el adjetivo más repetido es "entrañable". Entre otras distinciones, fue nombrado "Asturiano del mes" en agosto de 2010 por LA NUEVA ESPAÑA, "Hijo predilecto de Asturias" en septiembre de 2011 por el Gobierno del Principado, y premio "Álvarez Margaride" en junio de 2013 por la asociación APQ (Asturias Patria Querida).

La historia de Juan Cueto Sierra mezcla tristeza y éxito. La tristeza predominó durante la primera parte de su vida. Nacido en Colunga en 1929, marchó de España con solo 7 años, huyendo con su familia de la Guerra Civil. Tras una breve estancia en Francia recaló en Chile, donde ha vivido desde entonces. Su padre, Enrique Cueto Llada, fue alcalde de Colunga durante la Segunda República. Pudo marchar con su familia, pero prefirió quedarse y acabo siendo detenido y fusilado por los rebeldes franquistas en 1939.

El éxito llegó en Chile, pero no fue fácil. Como recordaba ayer Jorge Hevia, embajador de España en Arabia Saudí y sobrino segundo de Juan Cueto, este "tuvo que luchar mucho" y "desde abajo". Pero "crear riqueza" era "su gran pasión", "como reto".

Tras abrir un bar y una fábrica de artículos cuero y participar en un casino, adquirió una pequeña compañía aérea de carga y, a partir de ahí, creó un gran complejo empresarial. Una crisis económica lo dejó en los ochenta únicamente con aquella primera pequeña aerolínea. Pero consiguió reconstruir su grupo empresarial y a hacerlo aún más grande y fuerte que antes. La culminación de su aventura como emprendedor fue la fusión de la aerolínea Lan Chile, que adquirió en los noventa, con la brasileña Tam, para formar Latam, undécima aerolínea del mundo en pasajeros transportados.

María Calvo, presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), destacó que Juan Cueto fue "un gran empresario, ejemplo de talento y éxito en todos los proyectos que emprendió, pero también un gran asturiano". Ayudó "enormemente" al empresariado asturiano y a Asturias, y siempre estuvo "dispuesto a abrir las puertas que hiciera falta para el desarrollo de nuestras empresas en América Latina y en Chile en particular", añadió. Resaltó además que durante años presidió la asociación de empresarios asturianos en Chile "y colaboró intensamente en su creación con FADE".

Javier Vega de Seoane, presidente de Gestlink y DKV Seguros, que como Juan Cueto veranea en el concejo de Colunga, no dudó ayer de resaltar que el empresario asturchileno fue, "sin duda, un fenómeno", además de una "gran persona y un increíble empresario". Pero quizá lo que más llamaba la atención era su "sencillez". Vega de Seoane lo recuerda tomando un café en un bar de Colunga: "Parecía un paisanín de allí. En este mundo en el que los grandes empresarios se distancian del pueblo y hacen ostentación de su riqueza, Juan Cueto hacía todo lo contrario. Parecía uno más, cercano, supersencillo, entrañable". Y además humilde: "Hablabas con él y era como si él no hubiera hecho nada y todo fuera obra de sus colaboradores, de sus hijos...", reseñó Vega de Seoane. "Descanse en paz, que Dios le premie su gran labor en la Tierra", concluyó.

El alcalde de Colunga, José Ángel Toyos, resaltó que Cueto es "un referente" para Colunga por su "brillante y exitosa" carrera empresarial. Destacó que siguió manteniendo vínculos con su concejo natal y que era "una persona afable, llana y entrañable". Destacó asimismo las "generosas ayudas" de Juan Cueto al municipio, entre las que figuraron labores de patrocinio, como costear el mantenimiento del reloj de la iglesia de Colunga o financiar publicaciones como "El libro azul de Colunga", que supuso un importante donativo al centro geriátrico local.

Carlos Manso, secretario de la Cofradía de Pescadores "Santa María de Sábada" de Lastres, respaldó hace años una iniciativa vecinal para dar un reconocimiento a Juan Cueto en Colunga, en la que uno de los impulsores fue Eduardo Hevia, presidente de honor de los auditores internos de España y padre del embajador español en Arabia Saudí. La iniciativa que no prosperó, circunstancia que lamentó Manso, quien incidió en que Juan Cueto fue "el mejor embajador de Colunga en Latinoamérica", además de una persona "cercana", que en su concejo natal "no aparentaba la posición social que tenía en Chile".

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Acaba de fallecer en Santiago de Chile a los 94 años de edad el empresario hispano-chileno Juan Cueto Sierra. Nacido en la villa de Colunga en 1929, emigró a Chile con su madre y sus hermanos en plena Guerra Civil cuando tenía siete años. Su padre había sido alcalde republicano en Colunga y pudo salir de España con su familia pero prefirió quedarse mientras no terminara la contienda. Sería posteriormente detenido y fusilado, convirtiéndose en una víctima más de esa gran tragedia que fue la Guerra Civil española.

La peripecia vital de Juan Cueto es una historia de éxito desde el punto de vista profesional y familiar. Desde edad muy temprana demostró tener gran vocación por el mundo de los negocios. Estudió Contaduría e hizo algunas primeras incursiones en el mundo de los negocios abriendo el Café Campoamor y, más adelante, una fábrica de artículos de cuero. A finales de la década de los 70 adquirió Fast Air, una pequeña línea aérea de carga y el único negocio que pudo conservar después de que, durante la crisis de los 80, el Gobierno chileno procediera a la intervención de los bancos, en algunos de los cuales tenía participaciones. Con Fast Air y la ayuda de sus hijos Juan Cueto reconstruyó su grupo empresarial, especialmente cuando en los años 90 el Grupo Cueto adquiere la Aerolínea Lan Chile. Posteriormente LAN se fusionaría con la brasileña TAM dando nacimiento a Latam Airlines, el holding aéreo más grande de América Latina. En 2012, se retiró del directorio de Latam, aventura que consideraba la culminación de su vida como empresario.

Se sentía chileno hasta la médula pues Chile era el país que le había acogido junto a toda su familia, en el que se había casado y formado una numerosa familia. Ello no le impidió mantener vivas sus raíces españolas y su vinculación con el país en el que había nacido, así como conservar siempre un profundo amor a Asturias. Al pueblo en el que nació venía con relativa frecuencia y, en el tramo final de su vida, llegaba a pasar largas temporadas. Era fácil verle en la cafetería en la que solía reunirse con sus amigos de infancia o sus parientes, así como en los muchos restaurantes del Concejo donde disfrutaba de una gastronomía que apreciaba de manera muy especial. Y eran muchas las personalidades chilenas que venían a visitarle durante sus estancias en Colunga.

En una entrevista que le hicieron en 2011 hacía la siguiente declaración: «Para mí, Colunga, es mí paraíso. Tierra de mis antepasados. Baúl de mis recuerdos. Es mi origen, algo que se valora sobremanera cuando uno tiene que irse fuera. Colunga es saludar a los amigos, pasear por sus calles en un ambiente cordial, tomarse algo con los conocidos, charlar con los colungueses en cualquier punto, recorrer sus bares y tabernas, muchos de ellos ya existían hace muchos años...Me encanta la estructura del pueblo, su vida de cafés, la conversación. El lugar que más me gusta es el Ayuntamiento ya que me trae muchos recuerdos de la infancia junto a mi padre cuando era alcalde. Colunga es bella a pesar del tiempo. Yo paso ahora dos meses al año aquí. Mis hijos también suelen pasar algún tiempo en esta tierra».

A lo largo de su vida, recibió numerosos reconocimientos y distinciones: Cruz de Isabel La Católica, ciudadano ilustre del Principado de Asturias, Embajador de la Marca España, por citar solo algunos.

Pese a su brillante y exitosa trayectoria empresarial, Juan Cueto, como buen patriarca, consideraba a la gran familia que creó junto a su mujer Sonia, uno de sus mayores logros. Todos sus hijos tienen hoy responsabilidades profesionales destacadas y han contribuido a consolidar el apellido Cueto como una referencia en el mundo empresarial chileno.

Descansa en paz, tío Juan.

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