El "cheque bebé" cubre cuatro de cada diez nacimientos en Asturias

En su segundo año de vida en Asturias, las ayudas públicas al nacimiento o adopción han consumido en diez meses más fondos que el primero en doce. Incluso han rebasado el crédito inicial de 2,1 millones establecido en el presupuesto autonómico, pero eso es sólo un efecto de la nueva configuración de la subvención y del ascenso en sus cuantías. Por lo demás, en una coyuntura de contracción de la natalidad, el auxilio llegará previsiblemente a menos familias que en 2022.

El resumen de la parte liquidada del "cheque bebé" de 2023 son 1.331 solicitudes aceptadas y abonadas por partos registrados en los primeros nueve meses del año y eso, en euros, da 2.121.900 que ya superan los 2.104.000 de todo el ejercicio anterior. Sumando las 226 ya admitidas de octubre, cuyo abono está a la espera de la apertura del presupuesto de 2024 y previsto para los próximos días, salen 1.557 alumbramientos o adopciones con apoyo económico en diez meses, el equivalente a cuatro de cada diez recién nacidos computados en ese periodo en la región. El cierre definitivo del ejercicio está sólo pendiente de la valoración de las solicitudes correspondientes a noviembre y diciembre, en total 525, y de momento el promedio de bebés con derecho a ayuda rebaja ligeramente el de todo 2022, en el que el "cheque" alcanzó a un 43,7 por ciento de los nacimientos, y el casi idéntico que aquel primer año promediaba en sus tres primeros trimestres. Ahora, ni en el mejor de los casos de la aceptación de todas las peticiones sin resolver llegaría a cubrir la mitad de los partos de 2023. La criba, entonces y ahora, la ejecuta fundamentalmente el límite de renta establecido para el acceso de las familias, intacto en los 45.000 euros anuales en las dos convocatorias ya cubiertas y en la que se avecina para 2024.

Con respecto a 2022, el año de la reintroducción de la ayuda directa en el engranaje de las medidas del Principado contra la crisis demográfica, mengua el número de prestaciones concedidas y engorda la masa total del gasto como consecuencia de la sofisticación acometida por el Gobierno en la arquitectura de la ayuda, que ha pasado de mil euros lineales por nacimiento el primer año a 1.200 en este segundo, incrementables además a 1.700 a partir del segundo hijo y a 2.200 para niños nacidos en concejos considerados en riesgo de despoblación. Es este progreso de los importes el que explica por qué, en el año del mínimo histórico de nacimientos, ha engordado el gasto en auxilios para la natalidad, obligando a hacer efectiva la condición de "ampliable" que el presupuesto de este año otorgaba a esta partida. Cierto es que las cuentas públicas fueron en este capítulo bastante más comedidas en 2023 que en 2022, cuando se presupuestaron 4,5 millones de euros que la realidad dejó reducidos a menos de la mitad, 2,1, pero también que para garantizar la llegada de los fondos a todos los solicitantes que cumplan los requisitos la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar ya ha tramitado una modificación de crédito que eleva la dotación en 548.800 euros.

En el análisis de las ayudas concedidas en los tres primeros trimestres del año, y en justa correspondencia con los menguados hábitos de natalidad del Principado, cerca de siete de cada diez solicitantes lo son de apoyos para el nacimiento del primer hijo, casi una de cada cuatro familias pide para el segundo y no llegan al diez las solicitudes desde los municipios catalogados en riesgo de despoblación.

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