Cangas del Narcea, un auténtico paraíso por descubrir

Cangas del Narcea, el concejo más extenso del Principado de Asturias, es el destino turístico por excelencia para los amantes de la naturaleza en estado puro, sin aditivos, que valoran lo auténtico. Enclavado en el parque Natural de Fuentes del Narcea, goza de innumerables atractivos que permiten descubrir toda su esencia con los cincos sentidos.

Una de las experiencias más salvajes que ofrece Cangas del Narcea es adentrarse en sus bosques y montañas. El desarrollo del ecoturismo ofrece un mundo de posibilidades: desde jornadas de avistamiento de fauna salvaje hasta rutas 4x4 o senderismo guiado por la infinidad de rutas de montaña que atraviesan el concejo. La primavera es, sin duda, la mejor época para dejarse sorprender por la biodiversidad del entorno donde aún moran especies tan emblemáticas como el oso pardo.

Una de las joyas del patrimonio natural de Cangas del Narcea es el bosque de Muniellos: el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. Una senda familiar para acercarse a este paraje único es la ruta que une Moal ("Pueblo Ejemplar 2018") con Tablizas, donde se encuentra el centro de interpretación de esta reserva de la biosfera.

En el camino, el turista se tropezará con un interesante elemento etnográfico: un cortín de miel, una construcción de piedra, con forma circular, que impide al oso acceder a las colmenas que se encuentran en el interior del cortín.

Cangas del Narcea es, además, la zona vinícola de Asturias. Su paisaje habla de viñedos heroicos donde se cultivan variedades de uva autóctonas, de suelos a los que se aferran cepas milenarias. Las bodegas de la Denominación de Origen Protegido Vino de Cangas, que no paran de cosechar reconocimientos a nivel nacional e internacional, se han convertido en un museo abierto al turista, al que abren las puertas y le permiten conocer los secretos los viñedos y la elaboración del vino, así como catarlos aprendiendo a identificar su verdadera identidad. Una identidad que comenzó a fraguarse en el Monasterio de Corias (en la actualidad, Parador Nacional), considerado el Escorial asturiano y cuna de esta tradición vinícola.

Callejear por las calles de la villa supone un paseo en el tiempo entre palacios y casonas que hablan de linajes; descubrir los barrios más emblemáticos de todo un pueblo que vibra cada 16 de julio en Ambasaguas con la tradicional Descarga; desafiar las alturas al cruzar el puente Colgante dejando atrás la Basílica de Santa María Magdalena o seguir el curso del río Luiña para llegar al barrio bodeguero de Santiso donde se encuentra el Museo del Vino.

Un museo es, en si mismo, el pueblo de Besullo, donde nació el dramaturgo Alejandro Casona. Cuenta con un Centro de Recepción de Visitantes que oferta visitas guiadas para adentrarse en la literatura de este autor de la Generación del 27. Además, Besullo es pueblo de herreros y conserva el Mazu donde se forjó una cultura que aún sigue viva.

El trabajo de los artesanos del concejo se configura como una fuente de sabiduría que engancha a quienes se acercan a conocer a los genios de diferentes oficios ancestrales. Las madreñas resisten el paso del tiempo gracias al buenhacer de Raúl Martínez. En Llamas del Mouro, la tradición de siglos de la cerámica negra permanece más viva que nunca gracias a las manos de Verónica Rodríguez. Sus trabajos transmiten una pasión legada que brindan con una inmensa generosidad al visitante.

La artesanía, además, se lleva a la mesa. Los productos artesanos como la miel, el pan o los embutidos se ponen al servicio de los mejores chefs del concejo, que priman el producto local de calidad en la elaboración de recetas genuinas. No en vano, el mejor Steak Tartar de España se elabora en un restaurante de la villa canguesa, las recetas de los mejores potes de berzas se cocinan en los fogones de este concejo y el mejor bombón artesano de Asturias es obra de un cangués. Su profesionalidad logra la satisfacción de los paladares más exigentes y encumbra la gastronomía del concejo.