"En mis años de profesión no recuerdo un día de haber limpiado tantos bocartes como hoy", comentaba el pescadero avilesino Iván Guillén cuando aún faltaban dos horas para bajar la persiana de su establecimiento y en el hueco del mostrador que deberían ocupar los bocartes solo quedaba la cama de hielo y la etiqueta del precio: "Bocarte: 6,90 euros el kilo". El pescadero aseguró que lo de ayer fue "lo nunca visto" en materia de bocarte: "Llegamos a reponer mercancía hasta cuatro veces durante la mañana; creo que habremos vendido media docena de cajas, y eso es mucho vender". La posible explicación que encuentran los minoristas del pescado a este "boom" del bocarte es que la gente tenía ganas de comerlo después de muchos años en los que llegó a las tiendas con cuentagotas y que la abundancia de capturas ha abaratado su precio, si es que pagar 6,90 y hasta 7,90 euros por un kilo de bocarte puede considerarse barato. La pescadería de la familia Guillén no fue la única de Avilés donde ayer llegaron a quedarse sin ejemplares de bocarte, casi todas las del centro de la ciudad hubieran vendido más kilos en caso de disponer de ellos. No obstante nadie que lo desee se quedará sin probarlo: hoy habrá más a la venta.