Día de Muertos, Noche de las Ánimas, Halloween... Las celebraciones con motivo del día de Todos los Santos y Difuntos se sucedieron en la comarca con programas dirigidos principalmente a la población infantil y juvenil. Gozón, por ejemplo, se volcó con las tradiciones asturianas haciendo cobrar fuerza a la Noche de las Ánimas. Las calabazas llenaron el parque Zapardel de Luanco, espacio ocupado también por una feria de artesanía. Por la tarde, un concurso de calabazas sirvió para que los vecinos demostraran sus habilidades en la recreación de escenas, como la "danza de Viodo" que los de Fumañeda recuperaron con las calabazas y en vivo. También hubo esfoyaza y amagüestu de castañas y sidra dulce, cuyos restos, como marca la tradición, se dejaron para las ánimas.

En Castrillón, la asociación de vecinos de Pillarno celebró la "tarde de difuntos" en el centro social de Foxaco, donde los niños vaciaron calabazas, merendaron y se sumaron a un paseo "terrorífico". Naveces, por su parte, convocó a los vecinos a una fiesta a la que algunos acudieron disfrazados.

En Llaranes, los niños se convirtieron en detectives en un juego que buscaba resolver un asesinato, y en la urbanización Los Balagares, los más pequeños recorrieron casa por casa pidiendo golosinas imitando el proceder del Halloween americano. Esta festividad también cobró protagonismo en el colegio Enrique Alonso, que montó una exposición dedicada a los monstruos.