La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, calificó ayer de "muy importante" que Arcelor-Mittal haya comunicado ya al Estado que cerrará las baterías de Avilés en diciembre, como publicó LA NUEVA ESPAÑA. "La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) ya inició el estudio (de descontaminación de los terrenos) y ahora esperamos que el plan se conozca lo antes posible para diseñar la agenda y comenzar a actuar", apuntó la regidora socialista.

Antes de que finalice el año, las baterías de Avilés quedarán paradas en caliente y el 31 de diciembre se hará efectiva la devolución de las instalaciones al Estado por parte de Arcelor-Mittal, poniendo fin al contrato de arrendamiento industrial. La multinacional y la SEPI negocian cuánto aportará Arcelor para la descontaminación de esos terrenos, que pretende se calcule desde la privatización hasta el cierre. Paralelamente, el Estado ha iniciado el estudio sobre la recuperación de los terrenos, casi 500.000 metros cuadrados de superficie. Sus previsiones iniciales pasan por actuar inicialmente sobre un ámbito de aproximadamente 300.000 metros cuadrados en el que el uso mayoritario será el industrial.

Los suelos de baterías son estratégicos, tanto por su ubicación (casi a pie de Puerto y junto a la autopista) como por su entorno. Monteserín destaca no solo su proximidad a los muelles sino también el tejido empresarial del entorno (un sector metalmecánico puntero) y los centros de investigación, en el entorno del parque científico tecnológico.

Empresarios y sindicatos solicitan celeridad en los trámites y facilidades para atraer inversiones al gran espacio que se liberará con el cierre definitivo de la coquería avilesina. El secretario comarcal de UGT, Iñaki Malda, tiene claro el uso que se debería dar a esos terrenos: "Es el sitio perfecto para la expansión del centro de I+D de Arcelor, los terrenos los seguiría explotando la misma empresa. Es un negocio limpio, de alto valor añadido, de alta tecnología, con empleo cualificado y colocaría definitivamente a Avilés en el mapa mundial". El sindicalista defiende que esta sería "una buena jugada". "Sería el paso de la industria pesada al presente y el futuro de la tecnología y la innovación. Pero para eso no hay que poner palos en las ruedas y poner facilidades, porque estamos hablando del futuro de la comarca y de Asturias. Necesitamos que se involucren la SEPI, el Ayuntamiento, los sindicatos y Arcelor", concluyó.

En CC OO urgen el acuerdo para la descontaminación de los terrenos y el plan de futuros usos. "Nosotros entendemos que esos terrenos se deben destinar a empresas de transformación, y que puedan por los menos absorber el empleo neto que va a perder la comarca (por el traslado del personal de las baterías a las nuevas de Gijón). No tiene por qué ser todo el suelo para una misma fábrica, sería importante dejar alguna parcela para otras empresas que se puedan montar alrededor de la que pueda venir. ¿Por qué no una industria potente del sector del automóvil? Ahora que hay fecha de cierre, lo lógico es que se aceleren todos los trámites para que los terrenos puedan estar en el mercado cuanto antes", señaló el secretario comarcal de Comisiones, José Manuel Rodríguez Baltar. Lo mismo reclama su homólogo en USO, Israel Castro: "Que el plan de descontaminación se resuelva lo antes posible para sacar al mercado esos terrenos y poder atraer inversiones y empleo".

Los empresarios vienen demandando que se tenga en cuenta su opinión a la hora de definir el proyecto futuro de ese suelo. "Es un sitio perfecto para una empresa tractora que empuje por la industria auxiliar que tenemos aquí. Hay que escuchar a los empresarios de esta región. Tienen que involucrarse las patronales, la Cámara de Comercio, la Federación Asturiana de Empresarios, Femetal y los grandes empresarios. Y hay que dar facilidades para que se puedan asentar inversiones", apuntó el portavoz de los empresarios del polígono de la ría, Manuel González Vila.