Los agentes intervinieron en pequeñas peleas, especialmente en el parque del Muelle a última hora de la jornada, y los profesionales sanitarios atendieron varias intoxicaciones etílicas. Avilés además estrenó este año un "punto lila" informativo contra las agresiones sexistas en la Comida en la Calle; permaneció abierto hasta la medianoche. Las fiestas contaron este año con importantes medidas de seguridad: en el dispositivo participaron doce agentes uniformados de la Policía Local más cuatro no uniformados, doce profesionales sanitarios y treinta auxiliares de seguridad privada. En cuanto a Policía Nacional vinieron refuerzos de la Unidad de Prevención y Reacción. Este año (como en los tres últimos) se impidió acceder con vasos de cristal al parque Ferrera, pero sí se permitió meter botellas de sidra. También se estrenaron vías de evacuación en el casco histórico y no hubo que lamentar incidencias graves, aunque sí numerosas atenciones sanitarias por intoxicaciones etílicas y golpes de calor.