Un grupo de usuarios del transporte público avilesino ha protagonizado esta tade un motín en una de las paradas de la calle Pruneda que obligó a intervenir a la Policía Local de Avilés para evitar males mayores. Los viajeros, algunos de los cuales llevaban más de una hora de espera, estallaron en cólera cuando llegó el cuarto autobús consecutivo y su conductor les dijo lo mismo que los tres anteriores: que no podía subir nadie porque el aforo estaba completo.

De inmediato comenzaron los improperios, hubo exaltados que golpearon el vehículo y una mujer airada se sentó delante del bus impidiendo que reanudase la marcha. Fue entonces cuando el chófer requirió la presencia policial, que puso fin al motín.

Al margen de lo ocurrido en la calle Pruneda, las quejas de los usuarios del transporte público arreciaron en la jornada de ayer. El día soleado, la inactividad de la mayor parte de los estudiantes y la reciente apertura de las playas tras haber estar prohibido su uso por la epidemia de covid-19 hacía prever un flujo masivo de personas desde Avilés a Castrillón para disfrutar de una jornada playera.

Así fue, pero los autobuses asignados a la línea 1 (La Luz-Piedras Blancas) no pudieron absorber tal número de viajeros. Según fuentes laborales de la CTEA consultadas por este diario, "entre las 15.00 y las 16.30 horas, los vehículos de la línea 1 no cogieron gente en las paradas del centro de Avilés porque ya iban con el máximo de viajeros permitido estos días; la situación comenzó a remitir a las 17.00 horas".

19

Bañistas en la playa de Salinas en plena ola de calor y desconfinamiento

La frecuencia ordinaria de paso de los buses de la L1 es cada 20 minutos, pero desde la declaración del estado de alarma ha pasado a ser cada 30 minutos. El servicio se hace con autobuses articulados, los más grandes disponibles, y con refuerzos ocasionales, según fuentes empresariales. No obstante, en virtud de la alarma sanitaria solo pueden subir 44 viajeros como máximo en cada vehículo, la mitad del aforo.

Para evitar que el retorno playero fuera igual de problemático, la CTEA dispuso ayer, igual que había hecho el día 21, algunas expediciones seguidas para evitar largas esperas a los viajeros. En concreto, la compañía, para evitar que se repitan los incidentes, ha reforzado la línea para descongestionar las marquesinas de Salinas. Hoy está previsto activar el servicio especial de playas de cada verano, que supone un refuerzo permanente de buses durante toda la tarde.

Antes de ayer, los usuarios del transporte público avilesino ya habían manifestado su malestar por que se mantenga reducido el número de servicios al 50% (ver LNE del día 16 de mayo), un enfado agravado por el hecho de que los buses de Oviedo y Gijón ya funcionan con el 100 y el 80% de sus frecuencias, respectivamente, lo cual es visto en Avilés como un agravio.