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Azsa consolida su posición mundial con el undécimo récord de producción seguido

Glencore promete reducir a cero sus emisiones de CO2 y coloca el cinc entre las materias primas para implantar la energía verde antes de 2035

Lingotes de cinc en los muelles de Avilés. Irma COLLÍN

La planta de San Juan de Nieva de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) consolida su posición mundial como fábrica de cinc metal gracias al cierre del ejercicio del pasado año: el undécimo récord consecutivo. Su producción superó las 530.000 toneladas, es decir, consiguió algo más de 1.300 más de las que salieron de las instalaciones de la refinadora castrillonense de Glencore el pasado año 2019.

Este óptimo resultado se explica por el hecho de que, pese a las restricciones obligadas por la pandemia (mayormente, reorganización del teletrabajo de oficina, pero también de los turnos de los productores), la planta de San Juan de Nieva no ha sufrido ninguna incidencia que descabalgue las instalaciones castrillonenses del “Top3” de las más fundidoras de cinc del planeta. Ivan Glasenberg, el primer ejecutivo de Glencore, vaticinó que la producción de cinc mineral tiene que doblarse de aquí a 2035 (ahora está en 13,9 millones de toneladas en todo el mundo, de ellas se refinan en San Juan de Nieva aproximadamente un millón).

El año en la fábrica de San Juan de Nieva ha concluido con el final de la obra del edificio centralizado de los vestuarios (con lo que supone de liberación de suelo en las instalaciones fabriles históricas). Además, se han iniciado los trabajos de la ampliación (la inversión de los cien millones) y se ha puesto en marcha el “almacenón” de los muelles de Avilés.

Es decir, la empresa ha hecho sitio para ser aún más eficiente, que es lo que propugna la dirección general de Glencore. Glasenberg, el antiguo presidente ejecutivo de la corporación, explicó a sus accionistas que el futuro del cinc es tan luminoso como lo es la transición ecológica. Dijo que Glencore está en disposición de dejar sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera en cero antes de 2050 y que este paso –que calificó como “ambicioso”– se puede dar porque Glencore abarca todos los metales capaces de activar nuevos modelos energéticos, esto es, las renovables (el cinc es un elemento imprescindible en el desarrollo de las baterías: de vehículos como los eléctricos y también de otros centros de producción; en San Juan de Nieva, sin embargo, este nicho de negocio está explotar).

Las palabras de Iván Glasenberg en este sentido fueron: “Nuestro modelo económico nos permite adaptarnos a estas circunstancias porque tenemos las ‘commodities’ (materias primas) adecuadas que conducen a esta transición energética que se está produciendo en el mundo”. La lista es larga: Glencore es líder en cobre, cobalto, cinc y níquel y es uno de los principales productores también de aluminio.

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