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El Puerto de Avilés quedará por segundo año por debajo de 5 millones de toneladas

Los gestores portuarios continúan en busca de soluciones para el dragado de la ría que sean “asumibles” ambiental y económicamente

Panorámica de los terrenos del Puerto en una imagen tomada de la sede de la Autoridad Portuaria.

Cuatro millones y medio de toneladas. Esa es la previsión de movimiento de tráficos para este año que manejan los gestores portuarios de Avilés una vez conocidos los efectos de la pandemia sobre el sector marítimo. El plan de empresa para 2021 recoge esa cifra como avance del acumulado para el próximo 31 de diciembre. El presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, es optimista y aunque reconoce que el contexto económico general ha tenido una consecuencia directa en el Puerto nunca hubo planes de empresa que plantearan 6 millones de toneladas movidas en un año en Avilés. Sucede que el cierre de 2020 en la dársena avilesina fue peor de lo esperado, con cuatro millones de toneladas en un ejercicio marcado por el covid-19. Fue una de las peores cifras en doce años, solo superada en 2009 cuando otra crisis económica también azotó a los tráficos portuarios. En positivo, la actividad generada en la margen de derecha de la ría, ligada a los sectores eólico y offshore, hace prever que la caída no será tan acusada como algunos preveían al inicio de la pandemia. Y es un espacio a impulsar en los próximos meses. Pero la mejora de esos tráficos no será suficiente para que el Puerto cierre 2021 con mejores cifras de tonelaje que en el 2019, cuando superó los cinco millones de toneladas. “Es el reflejo de la caída de la actividad industrial”, sostiene Rodríguez Vega, “pero podemos soportarlo”. Pese al retroceso en la facturación con respecto a 2020, la cuenta de resultados del Puerto de Avilés apunta que sigue siendo “completamente viable” aunque el contexto general obliga a “ser prudentes en la estructura de costes”, detalla el Presidente, porque este año no habrá mejoría.

La ampliación de la zona de servicio en la margen derecha y las obras en el viejo muelle de Raíces para aumentar el calado son dos de las operaciones en las que los gestores tienen puestas sus esperanzas para abundar en las fortalezas del Puerto en este y próximos ejercicios. Captar más mercancía general, no contenedores, está señalado como prioridad en la hoja de ruta del presidente de la Autoridad Portuaria y los planes de empresa también lo reflejan así.

El mayor descenso del último año se produjo en los tráficos siderúrgicos, mientras que los volúmenes de graneles, carbones, coque... se mantuvieron a niveles razonables. Y esa, sostiene Rodríguez Vega, será la tónica de este 2021 si no hay sorpresas. El puerto local cerró el ejercicio 2019 con un movimiento de 5.146.027 toneladas y preveía inicialmente rondar los 4,9 en 2020. El escenario general no llama a lanzar campanas al vuelo. “Se impone la prudencia”, apunta Rodríguez Vega. Desde 2010, la horquilla de los tráficos portuarios en Avilés viene oscilando entre 4,5 y los 5,1 millones de toneladas. En 2020 se retrocedió, sin embargo, a cifras de 1972, el mejor año en cuanto a tráficos en la historia del puerto avilesino, con 6,87 millones de toneladas movidas. El peor, como ya publicó este diario, fue 1988, cuando el listón se desplomó hasta los tres millones.

El dragado

Preocupa dentro de la gestión de las infraestructuras portuarias cómo afrontar la nueva normativa de dragado. La Declaración de Impacto Ambiental (DIA), de obligado cumplimiento para el mantenimiento de la bocana de la ría, se considera “un elemento de debilidad”, habida cuenta de las “condiciones leoninas” que impone. A saber: si los áridos que se retiran en los dragados se llevan fueran del sistema playa (de Salinas), el Puerto debe asumir cómo reponer esa arena buscándola en otro lugar.

Rodríguez Vega sostiene que lo que se está tratando de buscar ahora son “soluciones ambiental y económicamente asumibles”. Y añade que en este momento se encuentran en condiciones de garantizar que el dragado de la ría “no está provocando pérdida de arena en la playa de Salinas”. Para ello se están desarrollando diferentes estudios sobre el comportamiento del arenal próximo a las instalaciones portuarias así como del sistema dunar. La Autoridad Portuaria presentó una discrepancia a la DIA que no ha sido resuelta aún y sobre la que algunos ya no esperan respuesta. “La única solución es que no tengamos que asumir costes desproporcionados por una solución que no aporta ventaja, queremos afrontarlo siendo plenamente responsables, pero que esa solución no sea una losa para nosotros”, resume el Presidente.

La construcción de una rampa ro-ro para captar tráficos

La construcción de una rampa ro-ro es una de las principales novedades dentro de los planes de inversiones del Puerto de Avilés para avanzar en la diversificación de sus tráficos de cara a los próximos años. Dentro del plan de inversiones 2018-2022 ya figuraba este proyecto, que ahora esperan que vea la luz en el “medio plazo” para poder instalar en la margen derecha de la ría de un sistema de embarque de mercancía que se caracterice por el acceso a bordo de los barcos de vehículos rodando por sus propios medios y que agiliza (siempre que los buques sean compatibles) las operaciones de carga y descarga. En origen estaba presupuestado en unos 3 millones de euros. La idea es atender así las necesidades de las industrias de la margen derecha con carga de proyecto además de incorporar tráfico rodado con conexión al norte de Europa, explica el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega. ¿Una nueva autopista del mar? “No tendría por qué ser así. La idea es hallar una ventana de tráfico regular con un puerto del Norte de Europa, al menos un día a la semana, y con diferente planteamiento al de Gijón. No tendría sentido una línea competitiva”, aclara. La construcción de una rampa ro-ro permitirá mejorar y facilitar la operativa portuaria. Posibilita a las empresas abaratar costes y ser más eficientes y sirve también a las empresas que cargan grandes piezas, como la eólicas, un negocio que va ganando cada vez mayor presencia en los últimos años. No será fácil, reconocen en Avilés, pues debería ir acompañado de las búsqueda de ‘hinterlands’ (zona de influencia terrestre) en Castilla León o Extremadura. Debe ser, admiten los gestores portuarios, “una expectativa de futuro” porque implica valorar el retorno de la inversión.

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