Los enfrentamientos entre hosteleros y comensales insatisfechos están a la orden del día. Especialmente en ciertas plataformas de internet especializadas en críticas de establecimientos. Eso es lo que ha pasado en este caso, en el que unos y otros se en enzarzado por un supuesto mal servicio.

La "bronca" en cuestión comenzó por un comentario de un supuesto cliente. "Servicio atento pero discurso pretencioso. Decoración con gusto más que discutible. Emplatado que pretendía ser sofisticado y caía en lo ridículo y, lo peor, sin duda, la comida. Era mediocre, alguno de los platos no era siquiera aceptable. No lo recomendaría", critica el usuario, que no revela su identidad en la red social.

Pese a su brevedad, el comentario fue claramente hiriente para el empresario, que no dudó en contestar. "Comentarle que es la primera y única opinión que nos vemos obligados a responder y a rebatir punto por punto. En primer lugar, aclarar que estamos encantados de recibir críticas siempre y cuando sean constructivas, ya que es la manera que tiene el cliente de recriminar las cosas que podemos mejorar y estamos encantados de poder avanzar día a día. Dicho esto, bajo nuestro criterio, y creemos que el de cualquier persona con cierto sentido común, su mensaje denota un carácter destructivo y sin conocimiento gastronómico alguno. Creemos esto por los siguientes motivos", comienza la respuesta, antes de enumerar:

"Usted califica el servicio como 'pretencioso'. Nosotros preferimos encasillar el servicio en una atención profesional. Quizás no esté acostumbrado a visitar restaurantes de esta índole, ya que en todos y cada uno de ellos prioriza una atención profesional antes que la agilidad de un servicio (hay que valorar el tiempo que nuestro personal de sala invierte en explicar todo y cada uno de los platos y no juzgarlo de una manera tan despectiva, entrando en juicios a título personal. Debería de ser más objetivo y no tan dañino)", explica el propietario del establecimiento, que prosige.

"En segundo lugar, la decoración. No creo que la decoración sea un elemento a juzgar en una experiencia gastronómica, siempre y cuando esté dentro de unos parámetros de limpieza y decoración adecuados, como es evidente que tenemos en nuestro establecimiento. Le gusten a usted más o menos los elementos decorativos, nos parece entre absurdo e incoherente. Nos hace darnos cuenta de su única y clara intención es menospreciar y cuestionar nuestro trabajo , poniendo incluso en tela de juicio la decoración de este, nuestro restaurante", argumenta.

La respuesta sigue: "En tercer último lugar, el tema de la comida. Es evidente que en esta red social nadie comparte su misma opinión, lo que nos tranquiliza. Independientemente de que tengamos comentarios negativos (como todos los locales, ya que no siempre llueve a gusto de todos) ninguno de ellos cuestiona la calidad y trabajo que hay detrás de cada uno de nuestros platos, mucho menos califica de 'ridículo' el emplatado. Nos parece excesivamente maleducado y con la única intención de hacer daño sin pies ni cabeza. Nuestros emplatados le pueden gustar más o menos, al igual que la comida. Esto no quiere decir que a usted le dé derecho a calificado de ridículo, pero ya que cada uno puede opinar libremente, a nosotros lo que nos parece ridículo es su comentario, ya que no tiene ni pies ni cabeza. Ni tan siquiera hace mención a un plato o a un elemento en concreto, se limita a pisar nuestro trabajo de una manera altiva y prepotente (así lo vemos nosotros)".

Aún hubo más: "Es evidente que nuestro restaurante no está para clientela como usted. Esto no quiere decir que no aceptemos críticas, pero desde el respeto y la educación; cosa que con comentarios como 'pretencioso', 'ridículo' y el resto de calificativos que nos otorga se aprecia que carece de ambas. Por no mencionar la empatía. Éste es un negocio que mantiene y da de comer a varias familias, como para pasarse usted todo nuestro esfuerzo por el arco del triunfo. Evidentemente es un comentario con una intención 'difusa' que no se corresponde con la realidad y con claras intenciones de perjudicar el negocio", zanja el empresario.

Los enfrentamientos entre clientes y hosteleros son de lo más habitual en internet. Especialmente en las plataformas especializadas. Son muchos los empresarios que denuncian que algunas de las críticas vertidas en este tipo de webs no siempre son reales, sino que se trata de comentarios dejados para hacer especial daño a la reputación del sitio.

Por este motivo, son muchos los empresarios que urgen a estas páginas a establecer mecanismos de control, a fin de filtrar este tipo de situaciones. Una de las soluciones que proponen para ello, es que se exija una prueba de compra antes de publicar el comentario.

Y es que la reputación en este tipo de plataformas es cada vez más importante para los empresarios, ya que son muchos los clientes que se fían en estas estadísticas antes de reservar una mesa o decantarse por un establecimiento.