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Gonvarri estudia reorganizar las horas de producción por la carestía de la luz

La compañía negocia con las eléctricas y exige ayuda del Gobierno para competir con otras fábricas que tienen “mejores condiciones”

Por la izquierda, José María Cubillo, Susana Menéndez, Fernando Castro, Juan Llovet y Luis Ignacio Álvarez, ayer, durante la presentación del estudio “Emotional driving: un caso audiovisual”. Ricardo Solís

Las instalaciones de Gonvarri en Cancienes (Corvera) forman parte de un plan estratégico de desarrollo y crecimiento del grupo que mira con preocupación el coste energético y de las materias primas. Tanto es así que la compañía estudia un plan de reorganización de producción que afectará a los turnos y horarios de trabajo para minimizar el impacto del elevado coste de la luz en la fabricación, según confirmó ayer el director general de Gonvarri-Hiasa en Asturias, Fernando Castro. La compañía negocia ahora con las eléctricas en busca de una solución, y reclama el apoyo del Ejecutivo regional para lograr que el Gobierno central adopte medidas que permitan mantener la competitividad.

Avilés es el área metropolitana con mayor densidad industrial de España y una de las de mayor concentración de multinacionales de Europa. El impacto del elevado precio de la luz en el coste de producción (hoy el Mw/h marcará otro récord con 250 euros) puede llevar a Gonvarri a aplicar medidas similares a las ya anunciadas por Asturiana de Zinc (AZSA), también asentada en la comarca avilesina, lo que le obligará a ajustar los periodos de producción a los tramos horarios más baratos u horas valle, lo que podría suponer una modificación de los turnos de trabajo aumentando la tarea en el horario nocturno. Según Fernando Castro, las medidas de reorganización se aplicarían ya el próximo año.

“Esperamos ayuda del Gobierno y de las eléctricas para no parar la producción, porque tenemos que seguir creciendo y queremos evitar anuncios tan dramáticos como otros que estamos escuchando. Nosotros no tenemos ninguna intención de parar, pero hay que ser competitivos y la realidad es que desde aquí competimos con otras fábricas del mundo que tienen mejores condiciones que la nuestras”, aseveró Castro.

“La factura (eléctrica) no nos condiciona tanto como a otras empresas electrointensivas, pero también nos afecta. Ahora estamos en un proceso de negociación con las eléctricas, en un momento en que tenemos carga de trabajo que tenemos que cumplir y lo que más nos preocupa es el futuro, ser competitivos y estar en el mercado. Espero que no lleguemos a tener que reorganizar producción y horarios, pero es un planteamiento que todo el mundo está estudiando”, añadió el alto ejecutivo.

Al elevado coste energético, se suma el encarecimiento de las materias primas, que “también nos afecta porque esto es un mercado global y todo depende de varios factores, entre ellos China y Asia, además de la electricidad, la sostenibilidad... Estos precios elevados están ahí desde el año pasado y lo importante es que todos tengamos las mismas oportunidades y condiciones”, remarcó Castro. El directivo de la planta asturiana explicó que en el Principado “queremos crecer en el centro de I+D+i, en las ingenierías, para seguir teniendo productos de alta tecnología que podamos vender en el mundo y ser competitivos. Este es el principal reto y ojalá podamos producir lo máximo en Asturias. Pero tenemos que empujar por crear empleos de alto valor añadido que nos ayuden a fabricar y vender productos innovadores para ser un gran centro líder de negocio e innovación”.

El director de Gonvarri-Hiasa remarcó que la compañía asentada en Asturias sigue creciendo, con la creación de la marca Solar Steel para afrontar proyectos de energías renovables, fundamentalmente fotovoltaica, y también con el nuevo centro de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). “La investigación sensórica, la inteligencia artificial aplicada al performance de los productos del acero, junto con la robótica serán claves de cara al futuro”, remarcó Fernando Castro, quien destacó la colaboración con el Idepa y con la Universidad de Oviedo en distintos proyectos “avanzando en una investigación que ya se está aplicando”. En ese campo está su empeño para avanzar.

La Universidad, aliada de Hiasa en seguridad vial, busca empresas para investigar e innovar

La Universidad de Oviedo tiene en marcha un proyecto para definir su oferta investigadora y ofrecérsela a las empresas asturianas para ayudarlas a incorporar nuevos productos y abrir mercados, según explicó ayer Susana Menéndez, vicerrectora de Transferencia y Relaciones con la empresa. El anuncio se realizó en el nuevo centro de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) de Gonvarri en Asturias, que ayer acogió la presentación del estudio “Emotional driving: un caso audiovisual”, un proyecto innovador nacido en las instalaciones de Gonvarri en Asturias para concienciar a sus empleados de las ventajas de una conducción segura y que se ha extendido a nivel nacional en otras compañías y la juventud a través de la Universidad de Oviedo.

El acto, presidido por Fernando Castro, director de Gonvarri-Hiasa, contó con la participación de Juan Llovet, director de comunicación y sostenibilidad de la compañía e impulsor del proyecto; Luis Ignacio Álvarez, coordinador de libro “Experiencias docente innovadoras de marketing público y no lucrativo en la era de la economía colaborativa”; José María Cubillo, profesor de marketing de la Universidad CEU San Pablo y autor del estudio; y la directora del Idepa, Eva Pando.

La Vicerrectora señaló que la Universidad de Oviedo está volcada en definir su oferta investigadora para trasladarla en un lenguaje asequible a las empresas e impulsar la relación público-privada, facilitar la empleabilidad, la incorporación de talento y la creación de valor. “Los centros de investigación con más impacto se basa en las relaciones cercanas”, señaló.

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