Idesa culmina la fabricación de tanques del mayor plan mundial para almacenar CO2

Idesa ha completado la fabricación de seis grandes tanques de almacenamiento de CO2 para una planta cementera de Noruega, la primera en el mundo que desarrolla un proyecto de estas características. Los depósitos, que constituirán un almacén permanente subterráneo, se han construido en las instalaciones avilesinas de la compañía, una de las líderes mundiales en la fabricación de bienes de equipo de alto valor añadido y perteneciente al Grupo Daniel Alonso.

Uno de los objetivos de la transición energética es reducir el dióxido de carbono generado por las centrales de generación de electricidad basadas en combustibles fósiles, además de otras industrias, como cementeras, acerías y petroquímicas.

En el caso concreto de la industria cementera, sus emisiones anuales representan entre el 5% y el 7% de las emisiones globales. Los seis tanques que fueron embarcados en el puerto de Avilés, cuya fabricación supuso un reto tecnológico por su enorme complejidad, completan el contrato adjudicado a Idesa en 2021 para la fabricación de un total de 18 depósitos de almacenamiento de CO2, como parte de los proyectos Longship y Northern Lights. Ambos son impulsados por el gobierno noruego para la captura, transporte y almacenamiento de dióxido de carbono a gran escala, y son fruto de la colaboración entre las multinacionales Equinor, Shell y Total. Las tres conforman el consorcio para el transporte y el almacenamiento del CO2 industrial bajo el lecho marino.

"Será la primera red transfronteriza de infraestructura de transporte y almacenamiento de CO2 de código abierto y ofrecerá a las empresas de toda Europa la oportunidad de almacenar su CO2 de forma segura y permanente bajo tierra", indicaron desde Idesa. La primera fase del proyecto se completará a mediados de 2024 con una capacidad de hasta 1,5 millones de toneladas de CO2 por año.

Los seis grandes tanques fabricados por Idesa en Avilés van destinados a una fábrica de cemento ubicada en el sur de Noruega, que construye una instalación de captura a gran escala de CO2 mediante la tecnología CCS. El objetivo es alcanzar una reducción anual de las emisiones de 400.000 toneladas, que representan casi el 1% de las emisiones totales de CO2 en Noruega y que se almacenarán en los depósitos "made in Avilés".

"Para Idesa, este proyecto constituye un relevante caso de éxito, al haber conseguido ser los adjudicatarios de la totalidad de los tanques de almacenamiento de CO2 del mayor proyecto mundial de captura y acopio (tecnología CCS) en la actualidad", indicaron desde la firma avilesina.

El proyecto Longship incluye la captura de CO2 de fuentes industriales en la región de Oslo-Fjord y, una vez licuado, su traslado a una terminal en tierra en la costa oeste de Noruega. Desde allí, el CO2 licuado se transportará por tubería a un lugar de almacenamiento submarino en alta mar en el Mar del Norte, para su reserva permanente.

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