La desertización comercial avanza en Avilés pese a las rebajas en los alquileres

Los precios han descendido en el último lustro un 40% pero «no hay movimiento»: «Hay locales en La Cámara que no tienen ni ofertas»

Bajos comerciales en alquiler en la calle La Cámara, que suma una treintena de locales vacíos. | Mara Villamuza

Bajos comerciales en alquiler en la calle La Cámara, que suma una treintena de locales vacíos. | Mara Villamuza / A. P. Gión

Amaya P. Gión

Amaya P. Gión

La desertización comercial, una de las amenazas a las que se enfrentan las ciudades, avanza en Avilés pesa a que los precios de los alquileres han bajado y nada tienen que ver con los de hace una década. Cada vez son más los bajos comerciales vacíos, como cualquiera aprecia en un paseo por la ciudad, y las inmobilarias sostienen que las rentas han descendido «entre un 30 y un 40 por ciento en los últimos cuatro o cinco años». «Hay locales libres en la calle La Cámara que no tienen ni ofertas cuando antes no te daba tiempo ni a anunciarlos; no hay movimiento», aseguran desde el sector inmobiliario.

Un bajo en alquiler en la calle Rivero. | Mara Villamuza

Un bajo en alquiler en la calle Rivero. | Mara Villamuza / A. P. Gión

Desiertos comerciales son ya la parte alta de Fernández Balsera o la prolongación de la calle La Cámara. Hace años que comenzaron los cierres y la situación se ha agravado desde la pandemia. Una veintena de bajos se venden o alquilan en Balsera y una treintena en el tramo de La Cámara que discurre entre las calles González Abarca y Pruneda. En los barrios ocurre lo mismo. En Versalles, por ejemplo, la única que se libra es la calle La Paz.

Pero es que también en pleno centro comercial comienzan a abundar los locales vacíos. «Antes de la pandemia había movimiento, pero ahora hay locales en la calle La Cámara que no tienen ni ‘novios’, ni los de primera línea. La demanda de locales bajó muchísimo y no se activa, pese a que bajaron los precios, en algunos casos hasta el 50 por ciento. Un local que se alquilaba en La Cámara por 5.000 euros está ahora en 2.500. La demanda de locales bajó muchísimo y la oferta aumentó», sostiene Nacho González, de La Muralla.

En las inmobiliarias sostienen que ahora «se negocia bastante» el precio, un cambio de tendencia: «La mayoría de los propietarios asume que la renta la marca el inquilino, siempre que no sea una cosa desorbitada».

En la agencia De La Vega también constatan que «los precios de hace diez años nada tienen que ver con los de ahora». «Piensa en la cantidad de oficinas bancarias que han cerrado, locales buenísimos, con rentas muy altas, que han salido al mercado. Y los inquilinos ahora no pagan esas cantidades. Antes un local bueno se alquilaba enseguida, ahora tarda más. Pero esto no es algo que venga de este último año o desde la pandemia, viene de atrás y la zona comercial de Avilés es relativamente pequeña: La Cámara hasta Sabugo, José Cueto hasta Zara, Rui Pérez y los tramos de calles más próximos a plaza de España. Ahora están cogiendo fuelle La Ferrería, La Fruta y también va a coger mucha vida el entorno del parque del Muelle. Lo que observo son locales de hostelería de toda la vida que cierra por jubilaciones y no reabren», apunta Rafael García de la Vega.

También en Grupo Atrio perciben que «ahora los alquileres» comerciales son negociables cuando hace años los propietarios eran inamovibles con los números. «Es la tendencia de todas las ciudades, también pasa en Oviedo y Gijón», subraya Julio César Bernaldo. Sobre la bajada de precios, pone como ejemplo un local de 165 metros cuadrados en Doctor Graíño que se alquila por 700 euros. En pleno centro, hay bajos de entre 1.400 y 2.500 euros al mes, de 50 y 1.400 euros, respectivamente.

Eduardo Font, de House +, considera que «han bajado los precios pero es evidente que no lo suficiente». «El mercado es inmisericorde. Locales del primer tramo de La Cámara ahora tardan en salir un tiempo. Antes había lista de espera», sostiene. Y no ayuda, a su modo de ver, «la normativa municipal relacionada con los locales del casco histórica, que es complicada». «El Ayuntamiento tendría que tener sensibilidad con esta cuestión si queremos tener un casco histórico vivo, con comercio», apostilla.

En la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (Ucayc) también reconocen que «cada vez hay más bajos cerrados, pero el escenario no es muy distinto al que se ve en las grandes ciudades»: «Avilés no es una excepción respecto a Oviedo y Gijón. Zonas importantes de Oviedo también presentan desertización comercial».

En la asociación que aglutina a comerciantes y hosteleros atribuyen esta situación a múltiples causas y consideran que los precios siguen siendo elevados, máxime dado el contexto económico actual: «El comercio no está atravesando sus mejores momentos, las consecuencias de la pandemia no se han superado. En muchas casos, las rentas de los locales siguen siendo invariables, un error por parte de los propietarios. Las rentas deben de reflejar la realidad del momento que nos toca vivir. Los gastos generales a la hora deponer en marcha un negocio cada vez son mayores, lo que desincentiva a la hora de promover una actividad emprendedora, y no hay relevo generacional frente a las jubilaciones». «Ya no hay segundas o terceras generaciones en los negocios», la menta la Ucayc.

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