Un paseo por la historia

La Villa conmemora el 504 aniversario del nacimiento de Pedro Menéndez con un recorrido por el Avilés del siglo XVI

Marián Martínez

Marián Martínez

Pedro Menéndez de Avilés, Adelantado de Florida, nació en la Villa el 15 de febrero de 1519, y ayer la asociación de vecinos del centro, que lleva su nombre, y Aunando Fronteras conmemoraron su llegada al mundo con un recorrido histórico en el que los asistentes, guiados por el párroco de San Nicolás, Alfonso López, conocieron y trataron de recrear en su mente el Avilés de siglos pasados, desde la actual iglesia de San Nicolás, desfilando por la calle de La Ferrería, hasta llegar a la tumba del marino y conquistador en la iglesia de San Antonio (conocida anteriormente como de los Padres Franciscanos).

Ataviados con ropajes de la época, el recorrido comenzó en la campa de la actual iglesia de San Nicolás, junto a la que fue la puerta principal y que miraba hacia el Ayuntamiento, porque detrás del edificio consistorial estaba la villa medieval. La iglesia se situaba en la colina conocida como San Francisco del Monte y sus inicios se remontan aproximadamente al año 1260, cuando los frailes franciscanos llegaron a Avilés. "Había una iglesia anterior, prerrománica, y la parroquial, dentro de los muros de la ciudad y que se llamaría de San Juan".

Esa gran puerta principal data de 1380, y por ella entró Pedro Menéndez de Avilés, como también pisó la campa de la actual iglesia de San Nicolás. "Vamos a pisar el suelo más antiguo de la ciudad", señaló el párroco. La iglesia, la sacristía y el claustro son anteriores a la calle Galiana y a Rivero. Sobre la puerta hay la imagen en piedra de un fraile, que puede ser San Francisco de Asís o un padre franciscano, y a cada lado hay otras tres figuras apoyadas en barriles de vino, porque en Avilés en aquel entonces se exportaba vino. A la derecha de esa gran puerta hay dos más pequeñas, y la más próxima era la entrada al convento.

Tras este rápido repaso histórico, los asistentes accedieron al interior del templo, donde el párroco explicó que la construcción central de la iglesia data de 1380, y que era solo una nave rectangular con ventanales originales en la pared lateral que da a la campa, mientras que los otros fueron posteriores porque esa pared se derrumbó con un terremoto.

A continuación, explicó que cuando los frailes llegaron a Avilés había una pequeña capilla, que podía ser una pequeña iglesia, la de Santa María, que es la más antigua. Posteriormente los frailes van mejorando y aumentando la iglesia de San Nicolás, y se van construyendo distintas capillas.

Era un templo de grandes dimensiones para la época, pero no solo porque la ciudadanía fuera a rezar, sino porque, además, debajo del suelo había tumbas. "Hay una pequeña pátina que, si se levanta, están las tumbas", aseguró el párroco.

Los participantes recorrieron la sala capitular, del siglo XII; vieron la pintura románica del siglo XIV, la sacristía y la custodia regalada por los descendientes de Pedro Menéndez para la fiesta del Corpus, y el claustro y sepulcro de las Altas, donde reposa la momia de Carlota, descendiente de la familia de Menéndez.

Posteriormente, el relato histórico se dirigió por la calle de La Ferrería hacia la iglesia de San Antonio, dónde se visitó la tumba de Pedro Menéndez y la capilla de Los Alas. Aquí se puso punto y final a una intensa tarde dedicada a conmemorar el 504 año del nacimiento del Adelantado de La Florida, rememorando la historia de su ciudad natal.

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