Cierre de Zara en Avilés: estas son las exigencias de los trabajadores afectados

La plantilla pide que se aplique el acuerdo de traslados suscrito en 2000

La tienda de Zara en el centro de Avilés que cerrará sus puertas el próximo día 25. | Mara Villamuza.

La tienda de Zara en el centro de Avilés que cerrará sus puertas el próximo día 25. | Mara Villamuza. / M. Martínez / A. P. Gión

M. Martínez / A. P. Gión

El cierre de la tienda de Zara en el centro de Avilés no figuraba en el plan estratégico de la compañía, cuyas condiciones para las plantillas de las que sí estaban incluidas se especificaron en un acuerdo suscrito entre la compañía y los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras (CC OO) y UGT a escala nacional. De ahí que los representantes de los trabajadores exijan que se apliquen esas mismas condiciones en el caso de Avilés.

La tienda de Zara ubicada en la céntrica calle José Cueto de Avilés recibió la noticia del cierre del establecimiento a primera hora del miércoles por la mañana. Había sido convocada sin que se les aclarasen los motivos de la reunión, en la que se les indicó que este mismo mes, concretamente el día 25, se echaría definitivamente el candado y que serían recolocadas en otros establecimientos de la región, principalmente en el gran establecimiento que se abrirá en Parque Principado, en el concejo de Siero.

La noticia fue todo un mazazo para la plantilla, integrada por aproximadamente una veintena de personas y residentes en su mayoría en Avilés y en los concejos limítrofes de la comarca. Así que la primera duda que surgió fueron las complicaciones para el traslado diario y la afectación a las condiciones laborales.

Alfredo García, secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC OO de Asturias, señaló este jueves que el sindicato está recabando información sobre las condiciones que planteará la empresa. Esta organización tiene un delegado en el establecimiento avilesino y de momento, asegura, carecen de información.

En todo caso, el dirigente sindical señaló que "esta tienda no figuraba en el plan estratégico de la compañía que contemplaba el cierre de establecimientos en ciudades en la apuesta por los grandes inmuebles y centros comerciales". De ahí que la sorpresa "haya sido mayúscula". Al impacto que el cierre tendrá en la plantilla, García añadió el que supondrá para Avilés. "Esa tienda es un elemento tractor para el conjunto del comercio en la ciudad y un referente en el centro de la villa para las personas que residen en la comarca", añadió.

Alfredo García señaló que se van a exigir "las mismas condiciones para la plantilla que se suscribieron en el acuerdo del 2000".

El pacto y las condiciones

En ese pacto se contempla, entre otras medidas, que se reubique a todas las personas trabajadoras manteniendo su tipo de contrato, completo o parcial, el número de horas, su antigüedad, la reducción de jornada por guarda legal y la concreción horaria de esta. La empresa deberá ofrecer una tienda de la misma marca y si no es posible en otra del grupo y en último caso en un centro logístico, siempre manteniendo las condiciones laborales y dentro de un perímetro de 25 kilómetros desde la tienda de origen. Si se supera esa distancia, la empresa deberá compensar los gastos de desplazamiento hasta un máximo de 90 euros mensuales. Si conlleva cambio de domicilio se compensará con hasta 3.000 euros, gastos de la mudanza y cinco días libres.

Se puede dar la circunstancia de que alguna persona opte por la extinción laboral, a la que el trabajador tendrá derecho durante un año desde que se cierre su tienda. En ese caso, lo suscrito en el acuerdo es que perciban la indemnización neta equivalente a un despido improcedente, además de una prima adicional que puede llegar a 7.500 euros, según la antigüedad, para trabajadores de provincias con una tasa de paro superior al 15% y se les asigne a un centro de trabajo a más de 35 kilómetros de la tienda de origen. Distintas fuentes consultadas indicaron que hay varias empleadas en la tienda de Zara Avilés que superan los 55 años y alguna incluso roza los 60.

La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Avilés y candidata a la alcaldía, Esther Llamazares, incidió en que el cierre de establecimientos comerciales son un indicio de enfriamiento económico. "La marcha de Zara es una alerta importante después de que haya cerrado Massimo Dutti, Pull and Bear, y muchísimos comercios que no pertenecen a cadenas. Estamos ante un problema gravísimo y este equipo de gobierno (del PSOE) no se entera. Ese cierre es sintomático, más allá de la estrategia de la empresa. Los comercios cierran allí donde entienden que no pueden llevar su actividad como la tienen prevista. Cualquier establecimiento que tiene unos rendimientos óptimos no cierra. Cuando determinadas entidades entienden que Avilés ya no es su sitio, tenemos un problema. La temperatura de la ciudad empieza a dar mucho frío".

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