El gran inconveniente para el tren al aeropuerto que señalan los ferroviarios

Los profesionales plantean actualizar los estudios de viabilidad de la inversión, desdoblar la vía de Feve de Avilés a Gijón y un compromiso de los empresarios para mantener la cifra de viajeros

Dos personas esperan la salida de un autocar del Aeropuerto en una imagen de archivo.

Dos personas esperan la salida de un autocar del Aeropuerto en una imagen de archivo. / Ricardo Solís

Marián Martínez

Marián Martínez

Quienes mejor conocen las condiciones del servicio ferroviario en Asturias –los representantes de los trabajadores del sector– aseguran que las condiciones actuales imposibilitan totalmente plantearse siquiera la construcción de un ramal al aeropuerto. Otra cosa es que realmente el "metrotrén" sea una realidad en el futuro; entonces, defienden, se debería hacer un estudio para analizar si el número de viajeros merecería esa inversión millonaria. En todo caso, lo más factible sería, añaden, habilitar la línea Avilés-Gijón con ancho métrico y la línea desdoblada, además de unos trenes modernos que permitan unos tiempos de conexión competitivos. Eso, y un compromiso de los empresarios para asegurar la atracción de viajeros, "porque el dinero público es de todos y hay que invertirlo bien", coinciden en señalar.

La clase empresarial y el sector turístico reclaman la conexión ferroviaria del Aeropuerto con las tres grandes ciudades de la región, teniendo en cuenta el volumen de pasajeros que utiliza el aeródromo asturiano y la apuesta por el transporte público, más en concreto el tren, y por la movilidad sostenible, siguiendo las indicaciones de la Unión Europea.

La propuesta ni es nueva ni es fácil. Hay varios estudios realizados, algunos de la década de los años 90, en los que ya se analizó esa posibilidad, pero el volumen de vuelos y de pasajeros en relación con el coste de esa obra, más o menos cuantiosa según la opción, no justificaba la inversión.

Los últimos estudios datan de 2015. El Principado rechaza realizar esa inversión en base precisamente a un informe técnico, recogido en el plan director de Infraestructuras para la Movilidad en Asturias (PIMA), que evalúa tres alternativas para la llegada del ferrocarril al aeropuerto y que las descarta, de nuevo, por su relación coste-beneficio. El Ejecutivo regional indicó, además, que "el aeropuerto ya cuenta a día de hoy con acceso en transporte público desde Oviedo, Gijón, Avilés y Castrillón con 34 frecuencias diarias desde las cinco de la mañana hasta las 24 horas". Se trata de un servicio que realiza la empresa Alsa.

"Los costes deben reevaluarse con el número de vuelos y de pasajeros actuales y las previsiones que tenga Aena. Para que una obra de esa magnitud tenga sentido, debe haber un número potencial de usuarios", señala Luis Blanco, coordinador del sector de Transportes de Asturias de UGT con 40 años de antigüedad en Renfe.

Pero el mayor problema es la calamitosa situación de deterioro en la que se encuentra Feve, que discurre en ancho métrico y que "en las condiciones actuales imposibilita llevar el tren al Aeropuerto, por la situación de las vías, de los coches y porque se tarda más de una hora en cubrir 50 kilómetros de distancia", apunta el veterano ferroviario. "Suponiendo que todo funcionara estupendamente, habría que desdoblar además las vías entre Avilés y Gijón, para que la circulación fluyera en ambos sentidos y acortar así los tiempos de traslado. Si estas circunstancias no se dan, sería una locura invertir una millonada de dinero público para algo que nadie va a usar porque tardarían más en llegar en tren que en el viaje en avión", añade.

Juan Carlos Lora, secretario general de la sección sindical de Comisiones Obreras (CC OO) de Adif-Renfe, incide en realizar "un estudio real de la relación coste-viajeros, porque hay que analizar si una inversión tan elevada vale la pena en las condiciones actuales y de cara al futuro". Porque no sería solo decidir si valdría con un ramal desde Santiago del Monte al Aeropuerto y la construcción de un apeadero, "es que la línea tiene que estar en perfecto estado y no comida por la maleza; se necesitarían más trenes, porque habría que cumplir unos horarios; y también más personal. Nosotros estaríamos encantados, pero es necesario analizar si realmente esa inversión merece la pena. En las condiciones actuales de abandono en que está Feve, es evidente que es imposible", zanja Lora.

El representante de CC OO también remarca que "para que esto pudiera salir adelante, es necesario un compromiso de los empresarios para mantener el nivel de viajeros por lo menos en las cifras actuales para que se justifique la inversión. Porque el dinero público es de todos, y una obra de esa envergadura serían muchos millones de euros para que los trenes viajasen con cuatro pasajeros. Por eso hay que estudiarlo bien".

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