La última "Madreselva" de Feito

Los vecinos de Miranda descubren el busto que recuerda al sacerdote, escritor y erudito, "para siempre ya en casa"

La hermana de Feito, Inés, agradece el gesto de los vecinos tras descubrir el busto, en presencia de Mariví Monteserín. A la derecha, el artista Favila, el sacerdote Javier Panizo y Alberto Tirador entre los vecinos. | Mara Villamuza

La hermana de Feito, Inés, agradece el gesto de los vecinos tras descubrir el busto, en presencia de Mariví Monteserín. A la derecha, el artista Favila, el sacerdote Javier Panizo y Alberto Tirador entre los vecinos. | Mara Villamuza / C. J.

C. J.

La "Madreselva" recuperada ayer por el Coro de Amigos de Miranda emocionó a los amigos reunidos en el acto de homenaje a José Manuel Feito, el cura eterno de la parroquia de Miranda. Sus feligreses vieron cumplido el deseo de que el sacerdote, escritor y erudito se quedara para siempre "en su casa" gracias al busto que luce ante la iglesia. "Madreselva" era el nombre del grupo que el cura dirigió, formó y llenó.

En ese mismo lugar donde Feito ejerció como sacerdote durante medio siglo, luce el busto de bronce, al que dio forma en barro el artista Amado González Hevia, Favila. Ese Feito de mirada amable, como era en vida, saluda desde un pedestal, frente al pórtico de la iglesia de Santo Domingo de Miranda. El hombre de las mil caras, al que no le gustaba que se le invocara por su apellido, fue recordado, principalmente, como amigo de todos.

José Luis García Martín le definió, en verso, como el "amigo que predicar sabía (...), hablar de lo cercano y lo infame, sabio en el bron, siempre a gusto en medio de la gente, a nada indiferente, cómo echamos tu palabra en falta". En su honor, Pepe Venancia recitó el "Padrenuestro" y el "Ave María" en bron –la jerga que Feito recuperó–, dejando el corazón encogido a todos los presentes.

El Coro Amigos de Miranda, durante el acto. | Mara Villamuza

El Coro Amigos de Miranda, durante el acto. | Mara Villamuza / C. J.

No faltaron, por la parte de la familia, su hermana Inés y su sobrino José Manuel Gómez Feito, quien antes del acto recordaba la "tarea inmensa" que realizó en vida su tío. En nombre de sus allegados agradeció el gesto de los vecinos de Miranda, que sufragaron el busto por suscripción popular. "Es un pequeño recuerdo a una tarea inmensa", resumía. Se sumaron ayer también el alcalde de Illas, Alberto Tirador, y su homóloga avilesina, Mariví Monteserín. "No estamos aquí como alcaldes, sino como amigos", precisó esta última sobre un encuentro "nada triste" porque lo que se celebraba era "una vida tan aprovechada, que es bueno recordarla". Y abundó: "Era una persona nada soberbia, ni vanidosa, por eso lo queríamos en su profundidad, así que estamos obligados a no olvidarle". Tirador, por su lado, rememoró el empeño del sacerdote, en su faceta como escritor y erudito, por recuperar la historia del queso la Peral. "Deja un legado para dos o tres generaciones", confirmaban sus allegados.

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