Javi Vidales, director deportivo del Avilés: "Queremos que el 75% de esta plantilla siga la temporada que viene"

"Si nosotros somos campeones en el día a día vamos a poder conquistar grandes cosas, se lo he dicho a todos los fichajes"

Javi Vidales, en el banquillo del Suárez Puerta

Javi Vidales, en el banquillo del Suárez Puerta / Ricardo Solís

Noé Menéndez

Noé Menéndez

Javi Vidales (Astorga, 1965) llegó este verano al Avilés con una difícil tarea: dar continuidad al ambicioso proyecto que había creado Diego Baeza. El astorgano, que vivió un mercado de fichajes muy tranquilo al tener la plantilla cerrada, asistirá hoy, desde el palco, a la primera prueba de la temporada, dónde se empezará a ver cómo funciona el nuevo Avilés.

–¿Qué tal su primer verano en el Avilés?

–Está yendo todo muy rápido. Tengo la ventaja de que Asturias la conocía perfectamente de mis experiencias anteriores, sobre todo la Y de nuestro fútbol. Eso me facilitó mucho la tarea. Una vez dentro del club la gente se ha ocupado de ayudarme, contándome las interioridades, para así crear el nuevo capítulo de esta temporada.

–Nada más llegar tuvo que ponerse manos a la obra con el apartado renovaciones.

–Mi prioridad este año ha sido construir desde lo construido. Se lo comenté a Diego Baeza en mi primera conversación con él. Quería intentar que la plantilla que hizo que el club rozase el ascenso tuviese continuidad. Que no nos pasase como a la mayoría de equipos de Segunda Federación, que cambian a 18 o 20 jugadores cada año. Eso no te lleva a ningún lado, porque yo entiendo que para crear proyectos importantes y que sean sólidos se necesita tiempo y que las personas tengan continuidad. Teníamos en mente renovar a doce jugadores y al final conseguimos que se quedasen diez, que más o menos es la mitad de la plantilla actual.

–Isi Ros, Mayorga, Morcillo, Primo… Hubo varios adioses que llamaron la atención.

–Nosotros teníamos claro que queríamos que doce jugadores continuasen. Le puedo hablar de los diez que siguen, pero de otros dos no le voy a decir ni los nombres. Es pasado. El año pasado hubo 22 jugadores y hubo otros con los que no contamos. Al principio había dudas, pero después de recibir las sensaciones del entrenador y el presidente tomamos decisiones. El Avilés tiene la suerte de tener a una persona dirigiendo que viene del ámbito empresarial, por lo que sabe mucho de gestión, y que fue futbolista. Encontrar a alguien así es prácticamente imposible y, cuando la encuentras, es algo que ayuda muchísimo.

–Durante este mercado ha habido, como comenta, un cambio de dinámica en los contratos, firmando jugadores hasta 2026, 2027…

–Quiero aclarar una cosa. No es Javi Vidales quien firma esos contratos, es la historia del club. Javi Vidales puede conocer o tener más ojo, pero si estuviese en un club en situación negativa, por mucho que intente convencer a los jugadores no van a querer venir. Cuando negociaba durante el verano les mandaba vídeos del año pasado, del estadio lleno, del ambiente… Nosotros económicamente no podemos competir con otros clubes, pero sí podemos pelear con lo que se viene forjando en el club. A Joel del Pino le abrasé a vídeos de partidos del año pasado, para así convencerle. Intentaba hacer ver los intangibles que tiene el Avilés, que a lo mejor no es dinero, pero cuentan mucho, y a la hora de hacer el proyecto a medio o largo plazo me ayudó muchísimo.

–¿El cambio en el paradigma del club es clave a la hora de fichar?

–Yo soy de los que digo que el Avilés ha pegado un cambio tremendo desde que Baeza está aquí. Para mí es el mejor fichaje que ha hecho el club nunca, porque no lo hizo en un momento bueno, sino en una situación crítica, cuando se iban a ir a pique. Después de ese fichaje llegó la primera decisión deportiva importantísima de cara al exterior, el fichaje de Natalio. Yo estaba en Madrid y todo el mundo hablaba de cómo Natalio podía ir a un equipo que estaba rozando la Preferente. Luego, que llegase una directora general de fuera como Natalia, con bagaje en el Guijuelo y en la Federación de Castilla y León y que todos conocíamos, era prueba de que algo estaba pasando en el Avilés.

–¿Y cuál va a ser el siguiente paso?

–Queremos seguir creciendo, apuntamos a las estrellas para, por lo menos, llegar a la luna. El siguiente paso es crecer en estructura profesional alrededor del equipo. Este año nos hemos quedado con el 50% de la plantilla y queremos, para la próxima temporada, intentar que se quede el 75% de la plantilla. Es el objetivo, para que así solo haya que hacer tres o cuatro cambios en el equipo, no más.

"Notó que el cuerpo técnico está enamorado de sus futbolistas, me quedo con eso"

–¿Qué nota pone a su primer mercado en el Avilés?

–No soy yo el que me la tengo que poner. Yo soy de los que digo que, para ver que todo ha ido bien, el jugador tiene que notar que te has enamorado totalmente de él. Y yo, que veo todos los entrenamientos, noto que el cuerpo técnico está enamorado de sus futbolistas. Al principio, cuando estábamos firmando jugadores, había dudas, porque no los conocían. Pero cuando los han visto entrenar y competir ya no existen esas dudas. Y ese enamoramiento repercute en que el jugador se sienta más fuerte y suba su autoestima y le hará llegar a su mejor versión. Le puedo decir que el entrenador está muy contento. Podríamos haber firmado a uno o dos jugadores más, pero no lo hemos hecho porque estamos muy contentos con lo que tenemos.

–Uno de los nombres del verano ha sido Diego Lorenzo, futbolista que finalmente ha fichado por el Hércules.

–No podíamos esperar más por él y nos lanzamos a por Claudio. Diego Lorenzo era un futbolista prioritario para nosotros. A principio de verano me hice un once con los jugadores que queríamos fichar en cada posición que teníamos libre y Diego Lorenzo era nuestro hombre para la delantera, pero no surgió.

–Más allá del tema del delantero, la plantilla lleva prácticamente dos semanas cerrada. ¿Cómo de importante era eso para usted?

–Era muy importante. De hecho, el 9 no era que lo estuviésemos dejando para el final, es que simplemente teníamos que esperar por el futbolista que queríamos. Nosotros no podíamos pagar un contrato de Primera. Con Joel del Pino, Miguel Ángel Ramírez, presidente de Las Palmas, nos echó una mano gigante, y prácticamente ha llegado regalado. Con el Rayo Vallecano el caso era todo lo contrario. El jugador (Diego Lorenzo) quería venir, sus representantes querían que viniese, pero el club tenía otras ofertas y le ofrecían más dinero, aunque el jugador no quería ir a esos destinos. Estuvimos esperando hasta que de repente se cruza en mi camino la posibilidad de Claudio y no la dejé escapar. Teníamos otra opción, Aridane Santana, jugador que tuve en el Vecindario y que venía de la Superliga India, pero finalmente, viendo la rapidez con la que se dio todo, nos decidimos por Claudio.

Ya hay dos equipos del profesionales interesados en Miguel Sierra

–Astu tenía una gran base de datos con la que tenía controlado el mercado. ¿Ha utilizado algo de su herencia?

–La gran herencia que ha dejado Astu es el 50% de jugadores que ahora están en plantilla y fichó él. Es el gran legado de Astu. Para mí construir sobre lo construido es algo grandioso y, evidentemente, lo de este año no es solo cosa mía. También tuve la colaboración de Baeza, que me dio un gran apoyo. Un ejemplo fue con Miguel Sierra, juvenil del Granada, que de primeras chocaba. Y él me daba toda su confianza para traer al jugador.

–Habla ahora de Miguel Sierra. ¿Será él una de las sorpresas de este año?

–Le puedo decir que ya hemos tenido dos ofertas de clubes profesionales por Miguel Sierra. Sierra va a llamar mucho la atención, pero no es sólo él. Iván Serrano es un lateral de una proyección tremenda. Cuando era secretario técnico de Las Palmas fiché a Christian Bolaño con 21 años del filial del Racing y Serrano me parece mejor jugador que él con la misma edad, y mira la carrera que tuvo Bolaño. También está Jesús del Amo, Néstor Senra, que es un futbolista impresionante, Trabanco, Joel del Pino… Davo Fernández tiene 24 años y no es que sea el mejor extremo de la categoría, es que es el mejor extremo de Asturias, incluyendo a Sporting y Oviedo.

JAVI VIDALES, DIRECTOR DEPORTIVO DEL REAL AVILES

JAVI VIDALES, DIRECTOR DEPORTIVO DEL REAL AVILES / Ricardo Solís

–¿Cómo es su relación con Emilio Cañedo?

–A Emilio no lo conocía en el plano personal, solo de vista cuando estaba en el Atlético de Madrid. Cuando hablé con Diego Baeza me fui haciendo un mapa conceptual de la persona y, cuando terminó sus vacaciones pude conocerle personalmente porque solo había hablado con él por teléfono. Desde ese primer día las sensaciones fueron muy buenas. Además, yo coincido al 100% con la manera que tiene Cañedo de interpretar el juego. En el Atlético yo aposté por el mismo estilo: tener tú la responsabilidad de manejar la pelota, no tener miedo a sacarla desde atrás, para así generar en el futbolista una fuerza interior. Me he encontrado lo mismo en el entrenador y me encanta. Además, me gusta trabajar con jóvenes, que es donde está la fuerza de un club, y Cañedo viene de haber trabajado con ellos.

–¿Qué objetivo tiene el Avilés este año?

–Cuando digo mirar a las estrellas o llegar a la luna ya estoy dando un mensaje. Pero también digo lo siguiente, y no es porque venga del Atlético de Madrid. Hay que ir día a día. Es lo que le he dicho a los jugadores. De hecho, antes de firmar a cualquier jugador les decía “si tú no eres capaz en tu vida de darle la máxima importancia cada día que me amanece, dime que no vas a venir al Avilés”. Si nosotros somos campeones en el día a día vamos a poder conquistar grandes cosas.

–¿No ascender sería un fracaso?

–Fracaso sería que el Avilés hubiese desaparecido. La ciudad siempre ha sido la cuna de los mejores futbolistas que han alimentado a los dos grandes de Asturias. Por eso siempre digo que el mejor fichaje del Avilés y para toda la comarca ha sido Diego Baeza, porque ha conseguido que no desapareciese el equipo y, en muy poco tiempo, generar esperanza. Vamos a pensar en el ascenso solo un segundo y emplear todos los minutos en ser los mejores en el día a día.

–Habla de esperanza. Contar con más de dos mil socios supongo que será un apoyo extra.

–El año pasado vi muchos partidos y al salir me sorprendía que había gente fuera viendo el encuentro por las rendijas, porque no había hueco. Fue impresionante. Nosotros vamos a luchar por ascender, pero si no lo conseguimos que no sea por no haberlo puesto todo. El año pasado fue una pena que el equipo no ascendiese, pero no fue ni un fracaso ni una decepción. ¿Por qué? Porque ha quedado algo muy importante para seguir construyendo. Se generó esperanza, ilusión. Ahora, clubes como el Lugo o el Bilbao Athletic están encantados de jugar contra nosotros, y no nos piden nada. Eso no me pasó nunca. Empresas de representación nos ofrecen jugadores de 21-22 años de estructuras de Primera División porque los quieren meter aquí. Esas cosas son más importantes que un ascenso. Con el Sevilla nos ha pasado igual, me han llamado dos jugadores que quieren seguir los pasos de Néstor Senra. Del Granada B me llamó el lateral derecho que consiguió aquí el ascenso. Todos quieren vivir el ambiente que hay aquí, y eso es gracias a la afición.

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