Alexis Nolent, «Matz» | Autor del cómic base de la película «El asesino»

"Los asesinos en serie no parecen interesantes; los profesionales, sí"

"Estoy muy feliz con la película que ha hecho David Fincher de mis historietas: es muy inteligente, muy oscura y muy fiel"

Alexis Nolent «Matz», ayer, en la carpa de las Jornadas del Cómic. | L. Murias

Alexis Nolent «Matz», ayer, en la carpa de las Jornadas del Cómic. | L. Murias / Saúl Fernández

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Alexis Nolent "Matz" (Ruán, Francia, 1967) es, junto al dibujante Luc Jacamon, el creador de la serie de historietas reunidas bajo el título genérico "El asesino", que se ha convertido en la base de la última película de David Fincher, que se presentó hace unos días en el Festival de Venecia. "Matz", que se crió en el departamento francés de Martinica, en el Caribe, conversa en un bar de la plaza de Álvarez Acebal con LA NUEVA ESPAÑA en un francés atravesado por español e inglés, con la ayuda del intérprete oficial de las Jornadas del Cómic de Avilés, Diego García Cruz.

–Cuando crearon a su asesino, ¿pensaron que podía tener la cara de Michael Fassbender?

–No. Cuando creamos el personaje no creo ni que Fassbender se dedicara a esto de la actuación porque el primer número salió en 1998. La idea siempre fue que tenía que ser un hombre muy común.

–O sea, que no tenía que ser un tío guapo.

–No, no. Aunque tiene un cierto parecido a Alain Delon.

–Parece evidente una influencia de "El silencio de un hombre. Le Samouraï", la película de Jean-Pierre Melville.

–Sí, sí. "Le Samouraï" es una influencia muy importante para este personaje.

–¿Qué tiene esta película para usted?

–Adoro a Melville, todas las películas de Melville: "El confidente", "Círculo rojo", bueno, todas sus películas. Es uno de mis cineastas preferidos. Y en el caso de "El silencio de un hombre" hay además un elemento que me interesa mucho: es muy depurado tanto desde el punto de vista del desarrollo del personaje como de la investigación. Pero esta película no es la única influencia en "El asesino" porque está basada en una historia real a las que sumé otras influencias. La idea era imaginar cómo los asesinos organizan su vida común sin que se les considere unos monstruos. Son personas que existen. En cuanto a la forma de narrarla también hay influencia de Sergio Leone: esos planos largos con tanta calma.

–¿Qué le parecen los asesinos en serie?

–Los asesinos en serie no sirven para hablar mucho de la sociedad, son una anomalía. No me parecen especialmente interesantes. En cambio, los profesionales sí tienen más interés. El "serial killer" es el mal absoluto, como los nazis, no te plantean ninguna pregunta. Sólo es el mal por el mal. Para mí es más interesante la zona de grises.

–¿Cómo fue la invención de "El asesino"?

–En el inicio escribí la primera historia como una novela y cuando iba por la mitad pensé que era más interesante escribir una historieta porque las viñetas me permitían mostrar una cosa diferente del pensamiento del personaje. Una profundidad determinada. Y en los noventa, no había historietas policiales verosímiles, siempre había un poco de fantasía.

–Fantástico debió de ser que David Fincher escogiera sus tebeos para hacer su última película: "El asesino".

–El primer contacto lo tuvimos hace quince años: en 2007.

–Vaya.

–Estoy muy feliz con la película que ha hecho: es muy inteligente y muy oscura. No es una película de acción, es muy fiel.

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