"Diálogo y respeto", la receta de los jóvenes contra la crispación

"Diálogo, educación y respeto" son los mimbres para una convivencia alejada de conflictos y contra la crispación política. Lo dice el grupo de adolescentes madrileños que estuvo todo el fin de semana en Piedras Blancas en un congreso de jóvenes de todo el país que intentó emular el funcionamiento de la ONU. Cada centro educativo ha tenido que meterse en la piel de los diplomáticos de un país miembro y en un gran ejercicio de empatía han tenido que defender sus postulados. A los anfitriones, el instituto Isla de la Deva de Piedras Blancas, les tocó Japón y Ghana. El grupo que conversó con LA NUEVA ESPAÑA ayer por la mañana tuvo que meterse en la piel, respectivamente, de Italia, Francia y Etiopía, cada uno con sus similitudes y diferencias. "Hemos aprendido mucho, el respeto sobre todo; es necesario tener la mente abierta y velar por el bien común para garantizar la convivencia", reflexionaron Celia Hernández, Adriano Galano y Enrique Arribas, entre otros estudiantes madrileños que participaron en el Congreso de Unesmun, que es así como se denomina el juego propuesto por la ONU para que los escolares se adentren en las técnicas de la diplomacia.

La actividad de este fin de semana llevó a los participantes a aprobar ciertas resoluciones de gran calado para los países miembros; eso sí, de manera simulada. Explicaron que llegaron a acuerdos para dotar con fondos económicos la capacidad de los estados para garantizar la seguridad en las calles, desarrollar políticas de igualdad y avanzar en planes internacionales contra la violencia sexual y la trata de seres humanos además de una defensa a ultranza de la multiculturalidad, entre otros.

La política, ejercida por los adultos, debería aprender, a juicio de los estudiantes madrileños, de ejercicios como el desarrollado este fin de semana en Piedras Blancas. "Ha primado la tolerancia, el respeto a la hora de transmitir ideas y el fomento de la cultura, es muy importante estar al día", destacaron los jóvenes momentos antes de regresar a Madrid después de un fin de semana en el que dijeron haber aprendido mucho gracias a la propuesta de Unesmun.

Se tomaron la propuesta muy en serio e incluso defendieron postulados que no coinciden con sus ideologías o su manera de ver el mundo. También se rieron y conocieron a estudiantes de otros territorios de su misma edad con intereses comunes. "Me ha gustado mucho y considero que todo el mundo debería participar y tomar ejemplo de lo que hemos conseguido, solo con el diálogo", reflexionaron dos jóvenes a la puerta del Valey. Se dieron un abrazo y se despidieron: ambos iban vestidos de traje y corbata porque así lo exigía el guion de este juego que emula la ONU.

La actividad también sirvió para que alumnos de todo el país conocieran Castrillón, aunque los debates de la ONU escolar apenas les hayan dejado tiempo libre. "Yo voy a volver", anunció la madrileña Carmen Cervantes.

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