Un coloso de seis toneladas, la nueva resonancia del Hospital que reducirá las listas de espera

El equipo comenzará a funcionar en el mes de junio y permitirá tomar imágenes de máxima precisión en menos tiempo

Espectacular operativo para instalar la nueva resonancia magnética en el San Agustín de Avilés

Myriam Mancisidor

Myriam Mancisidor

Myriam Mancisidor

El Hospital Universitario San Agustín ha engordado: seis toneladas, en concreto, que es lo que pesa la nueva resonancia magnética que, de cumplirse las mejores previsiones, comenzará a funcionar el próximo junio. Esta máquina gigante de alta precisión llamada a reducir las listas de espera, acortar los tiempos de cada prueba y ampliar las prestaciones que hasta ahora se ofrecían en el San Agustín se instaló ayer en el centro sanitario, en una compleja operación que se prolongó durante buena parte de la mañana.

Para su instalación en la segunda planta, donde se ha reestructurado parte del servicio de Radiodiagnóstico, fue necesaria una grúa que levantó el imán de la resonancia, de aproximadamente unas cuatro toneladas, por encima del edificio hasta un ventanal abierto para la ocasión encima del «hall» principal. Luego el equipo fue sobre railes amarillos hasta una sala con el suelo reforzado para soportar el peso de la resonancia.

Tres imágenes del traslado del pesado imán de la resonancia desde la entrada de hospitalización hasta el ventanal de la segunda planta. | Ricardo Solís

Tres imágenes del traslado del pesado imán de la resonancia desde la entrada de hospitalización hasta el ventanal de la segunda planta. | Ricardo Solís / Myriam Mancisidor

La instalación de la máquina fue seguida con emoción por la dirección del San Agustín, con el gerente, Miguel Javier Rodríguez Gómez, a la cabeza; la directora económica y de profesionales del área, Asunción Artime o la jefa de Radiodiagnóstico, Belén Susín, entre otros. Entre la resonancia (1.058.478 millones) y las obras de adecuación del espacio, el Principado invirtió casi dos millones de euros, una cantidad a la que se podrían sumar, en lo que afecta al área de Radiodiagnóstico, otros 600.000 destinados a tres nuevas salas digitales recientemente inauguradas. También se renovarán arcos de quirófano, salas de rayos y ecógrafos.

En cuanto a la nueva resonancia magnética, los principales beneficiarios, como subrayó Rodríguez, serán los pacientes. Ahora en el Hospital Universitario San Agustín ya no hay una resonancia sino dos; la antigua, convertida a digital recientemente, es de 2007. Ambas son «hermanas», pero el software de la recién llegada, que salió de fábrica el pasado 13 de marzo, es más moderno. Esto permitirá agilizar las pruebas y reducir la lista de espera, que actualmente ronda los cuatro meses.

Un coloso de seis toneladas, la nueva resonancia del Hospital  que reducirá las listas de espera

Un coloso de seis toneladas, la nueva resonancia del Hospital que reducirá las listas de espera / Myriam Mancisidor

Otro beneficio: «Hace imágenes de más calidad, con lo cual vamos a mejorar en la precisión en el diagnóstico», señaló el gerente. Apuntó a su vez: «Los tiempos de cada prueba, es decir, lo que la persona está dentro del tubo, serán menores».

A esto Belén Susín valoró que la nueva resonancia brinda la posibilidad de realizar unas determinadas pruebas cardiacas que hasta ahora no se realizaban en Avilés y tomar imágenes de cuerpo entero y en menos tiempo, fundamental, por ejemplo, para los pacientes oncológicos. Hasta ahora si el especialista solicitaba resonancias de distintas partes del cuerpo estas se hacían por separado y cada una de las pruebas suponía muchos minutos de quietud para los enfermos.

Un coloso de seis toneladas, la nueva resonancia del Hospital  que reducirá las listas de espera

Un coloso de seis toneladas, la nueva resonancia del Hospital que reducirá las listas de espera / Myriam Mancisidor

Más ventajas de la nueva resonancia a ojos del gerente: «Su llegada supone un aumento del empleo público porque necesitamos más personal. A los técnicos de radiodiagnóstico ya los tenemos incluidos en plantilla y progresivamente incorporaremos al personal sanitario, médicos especialistas y enfermeras». Los técnicos, apuntó Belén Susín, llevan ya semanas en formación con el anterior equipo. Se estima la necesidad de siete para cubrir los dos turnos de las dos máquinas. Pero deberán pasar todavía unas semanas hasta que se estrene el nuevo coloso.

«La resonancia es una técnica diagnóstica que se pide para muchas patologías. En el ámbito de lesiones neurológicas el tener una máquina de alta precisión viene muy bien porque sirve para detectar lesiones ínfimas y en ámbito oncológico es algo prioritario», sentenció Miguel Javier Rodríguez Gómez, quien insistió en que «al duplicar capacidad se reducirán tiempos de demora, sin ninguna duda». Los directivos del San Agustín, trabajadores y también muchos pacientes sorprendidos con tanto movimiento inmortalizaron con sus teléfonos móviles el momento de la llegada de la nueva resonancia, que ahora deberá montarse y calibrarse para su estreno el próximo mes de junio.

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