La rula de Avilés capea el trimestre con una campaña de xarda "malísima"

La lonja avilesina registra hasta marzo unas cifras similares a las de 2023, un año flojo por la sucesión de malas costeras

Piezas de pescado en la rula de Avilés .

Piezas de pescado en la rula de Avilés . / Miki López

Myriam Mancisidor

Myriam Mancisidor

El primer trimestre del año no ha sido malo para la rula avilesina en cuanto a kilos de pescado vivo subastado y precio obtenido si se compara con 2023: hasta marzo se vendieron un total de 2.252 toneladas de pescado que generaron 6.761.583 euros; una cifras similares a las registradas en el mismo periodo del año anterior, con 2.195 toneladas vendidas por 6.279.672 euros. Destaca –no por sobresaliente– la xarda: "La primera campaña, que es esta, ha sido malísima", advierten desde la rula avilesina. La primera descarga notable se produjo en los primeros días de abril del arrastrero "Antonio do Vellino".

Si la del año pasado fue etiquetada como "la peor de la historia" esta no se queda atrás: en el mes de marzo de vendieron en Avilés 618.293 kilos de caballa a 1,30 euros el kilo de media. Fue algo más que en 2023, pero muy lejos de las cifras alcanzadas hace una década, en 2014, cuando en un mes de marzo las ventas se aproximaron a las dos toneladas en la lonja avilesina.

Así, pues, tras dos meses de languidez pesquera –enero y febrero son meses de transición en los que la flota descansa o centra la faena en muy pocas especies– la xarda no ha salido como se esperaba. Tampoco el bocarte, la otra gran pesquería de marzo: se descargaron 5 toneladas, dos menos que el año pasado.

En el caso del puerto pesquero de Avilés, de las costeras "especializadas" depende que un año sea mejor o peor a nivel económico. Esta son la de bocarte, la de xarda (caballa), la de bonito y la de merluza; las tres primeras son estacionales –se desarrollan en unos meses concretos– y la de merluza abarca el año entero. El año pasado "pincharon" las cuatro: los ingresos por venta de xarda reportaron 2,3 millones, menos de la mitad que en 2022; la recaudación por bocarte fue de un millón de euros, casi cuatro veces menos que el año pasado; la de bonito, una especie cuyo valor total por primera venta en Avilés pasó de 6,7 a 4,5 millones y la de merluza.

En el primer trimestre de esto año se descargaron en Avilés unos 600.000 kilos de merluza, una cantidad similar a la registrada el año pasado. Con la xarda, el bocarte y la merluza, la próxima gran costera en comenzar en Avilés será la del bonito, pero habrá que esperar, al menos, a mayo. Este pesquería comenzaba tradicionalmente con los primeros días de verano, pero desde hace ya años los pescadores y armadores la adelante para compensar de alguna forma otras costeras, como la de la xarda, que lleva tiempo sin dar los resultados esperados.

Por el momento no hay todavía ningún barco con intención de zarpar desde los puertos asturianos –ni de otras comunidades– rumbo al Atlántico, a la altura de las Azores. Otras especies que destacaron en el pasado trimestre fueron, por ejemplo en marzo, la bacaladilla (310.802 kilos). Por precios medios: el kilo de besugo rebasó el mes pasado de los 36 euros, el cabracho rozó los 20 euros, la bacalada los ochenta y seis céntimos y la merluza los 3,29 euros. Y la xarda se vendió a 1,30 euros de precio medio.

Avilés y Gijón concentran las descargas y ventas de pescado de Asturias

La merluza o pescadilla fue la especie que más valor aportó a la pesca asturiana el pasado año, algo más de 16 millones de euros, el 28 por ciento del total, seguida del bonito del norte, con el 20 por ciento; la caballa o xarda, con el 10 por ciento, y la anchoa, con el 8 por ciento, según los datos detallados publicados por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). El precio medio anual de la subasta de pescado en 2023 se elevó en términos corrientes un 2,3 por ciento respecto a 2022, aunque con desigual comportamiento entre las distintas especies. Durante el pasado año tuvieron actividad quince lonjas en Asturias, si bien la mayoría de la pesca subastada –el 51 por ciento del peso y el 54 por ciento del valor– se concentró en la de Avilés, seguida de Gijón, con el 38 por ciento del peso y el 29 por ciento del valor. El informe constata que la actividad de la mayor parte de las plazas entre las que se reparte el resto del mercado es meramente testimonial, dado que la mayoría no alcanza individualmente el uno por ciento del total.

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