Receptividad y eficacia

Con el ánimo de potenciar una actividad industrial "moderna, eficiente, productiva y sostenible" esta semana se firmaba en el salón de recepciones del Ayuntamiento de Avilés el convenio urbanístico que garantiza el futuro de la expansión portuaria en la margen derecha de la ría. Con el ministro de Transportes, Óscar Puente, como testigo. Y será, como aseguró el alto cargo del Gobierno de España, la ampliación más grande en la historia del Puerto de Avilés, con 80.000 metros cuadrados de zona logística ganada gracias a la colaboración público-privada que también redundará en dar solución a la gestión de residuos de los grandes operadores en los muelles avilesinos.

De futuro se habló y mucho durante la visita del Ministro este jueves a Avilés. Óscar Puente se llevó como "deberes" dar solución al problema de los dragados, asunto "crítico" para el futuro más inmediato y que deberá dilucidarse con los responsables del Ministerio de Medio Ambiente. Puente recogió el guante de la "cuestión ambiental", igual que el de la futura ampliación del dique de San Juan y las necesidades de financiación para no comprometer la capacidad económica de la Autoridad Portuaria para el futuro más inmediato.

Más "complejo" se presenta el asunto de la eliminación de la barrera ferroviaria, sobre el que Puente no realizó más precisión que la de que en su departamento están comprometidos en dotar " de las mejores infraestructuras a Avilés". Esa generalidad, sin más concreción económica, no gustó en las filas de la oposición local, que vieron "una escenificación del Ministro" en Avilés, "que habló de todo menos de Avilés", como expuso la diputada y portavoz popular Esther Llamazares. Desde las filas de Vox entienden que la ciudad ha quedado relegada en los enlaces ferroviarios con Madrid. Habrá que permanecer vigilantes al resultado final.

Y tras la visita ministerial, la polémica volvió al Pleno. Acudir a un reconocimiento extrajudicial de crédito de cerca de 54.500 euros por los conciertos de Navidad de "Ayak y Prok" y Cruz Cafuné no hace más que certificar las críticas de la oposición acerca de la falta de previsión presupuestaria para programar.

Es relevante el abuso que realizan las entidades locales de los reconocimientos extrajudiciales de crédito, como ha puesto de manifiesto el Tribunal de Cuentas en diversos informes de fiscalización, pues la prestación de un servicio público no debe excederse en el uso de esta figura. Lo que queda claro en Avilés es que no se formalizó contrato alguno o que no había consignación presupuestaria para tal gasto. Mantener la estabilidad presupuestaria no ha de poner nunca en cuestión la rentabilidad de un servicio. Es decir, subsanar la falta de crédito en un trámite plenario, si bien está admitido por la legislación, no impide valorar que existe un incumplimiento previo. En un solo ejercicio de control externo, el Tribunal de Cuentas detectó en 798 expedientes de 410 ayuntamientos que las facturas a las que se aplicó un reconocimiento extrajudicial de crédito ascendieron a 264 millones de euros. Ello redunda en dos conclusiones: debilidades en la gestión presupuestaria y una ineficiente gestión contractual. Conviene ir hacia presupuestos más realistas y útiles en todas las áreas. Sin distingos. No se puede hacer buena política sin una buena administración.

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