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Dos ases idénticos para el ascenso

Las hermanas gemelas Andrea y Mónica Iglesias son las jóvenes laterales de un Fertiberia Corvera comandado por Garabaya que luchará por el ascenso a División de Honor B

En la imagen superior, el equipo al completo; en el círculo, Luis Garabaya, el entrenador, y abajo, Laura González, en un entrenamiento del Fertiberia. RICARDO SOLÍS

Mónica y Andrea Iglesias causan sorpresa en sus rivales. Cuando se posicionan en la pista, la primera como lateral derecho y la segunda como izquierdo, es imposible diferenciarlas. Las dos hermanas de 18 años son gemelas. "Como nuestro juego es parecido, sí que es verdad que a veces pensamos en dar el cambiazo", explica Mónica divertida sobre una coincidencia que sólo es la punta del iceberg de su equipo, el Fertiberia Corvera, que durante los próximos 11, 12 y 13 de mayo se disputarán el ascenso a División de Honor B en Vigo.

Su concurso en la fase de ascenso se debe a una normativa de la Federación. Al competir en el Campeonato de Asturias y en Primera Nacional, la escuadra corverana tiene por derecho la posibilidad de luchar por un billete para superior categoría. "Sabemos que no va a ser fácil, pero las chicas no van a renunciar a nada", detalla Javier García, el dirigente de la institución balonmanística que preside desde hace nueve temporadas. "Está claro que subir sería una gran noticia, pero necesitaríamos ayuda de las instituciones. Ahora mismo tenemos un presupuesto de 10.000 euros, y si nos metemos en División de Honor B tendríamos que irnos a los 50.000 euros", detalla.

Hacer un buen papel en tierras gallegas será ya de por sí una recompensa. Más después de una fase regular que ha encerrado verdaderas palizas físicas. Como, por ejemplo, la de la jornada del fin de semana del 21 y 22 de abril, cuando las corveranas tuvieron que jugar dos partidos, con desplazamiento incluido, en menos de 24 horas. El sábado, en el pabellón de Las Vegas, a las siete de la tarde, recibieron al Vallebuelna cántabro, en un partido aplazado. Se ducharon y a las ocho de la mañana del domingo ya estaban viajando a Cantabria para enfrentarse al líder, el Camargo. "Para haber tenido que jugar dos seguidos, aguantamos bastante bien, aunque al final, en la segunda parte contra las primeras, se notó el bajón físico", concretaba Andrea Iglesias sobre un partido que se fueron ganando al descanso (12-17) y que perdieron 25-22.

"Está claro que en Liga no es habitual tener que jugar dos partidos seguidos, pero en la fase de ascenso es lo que nos tocará", informaba Luis Miguel Garabaya, el entrenador del equipo, y hermano de Rubén Garabaya, el avilesino campeón del mundo de balonmano con España en Túnez, en el año 2005. "Es un equipo muy joven, la mitad viene de juveniles pero para la fase de ascenso siempre hay posibilidades. Estamos mejor que el año pasado y ahí ya dimos mucha guerra", zanjaba.

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