Ainhoa García le metió ayer un gol, por toda la escuadra, al síndrome de Rett. La niña avilesina, de cuatro años, realizó el saque de honor en el partido de Tercera División que disputaban, en el Alejandro Ortea, el Condal y el Praviano. Un homenaje con el que el club noreñense se quiso sumar a la lucha de Ainhoa y sus padres por dar visibilidad a la enfermedad y lograr apoyos para profundizar en su investigación.

El síndrome de Rett, que tiene la consideración de enfermedad rara, es un trastorno neurológico que afecta casi exclusivamente a las niñas y causa pluridiscapacidad. "Las niñas son dependientes al 100%, Ainhoa no puede ni usar las manos", explica Marta Vega, la madre de Ainhoa, que ha dejado su trabajo para atender a su hija. "Es duro, porque además el Principado nos da una ayuda de 268 euros al mes, pero gastamos 560 en tratamientos", explica Vega, que encabeza junto a los padres de la niña ovetense Julia Fernández coordina la asociación "Rettando al síndrome de Rett".

El contacto entre la asociación y el Condal se fraguó a través de unos amigos de Marta Vega, y el club se volcó desde un primer momento. El homenaje se concretó al inicio del partido, cuando Ainhoa y su madre salieron al campo junto a los jugadores del club noreñense, que portaban una pancarta de la asociación, entre los aplausos del público. Para hacer aún más especial el momento, los jugadores del Praviano se sumaron espontáneamente al homenaje e hicieron el pasillo a la niña, que aunque no llegó a patear el balón, recibió un ramo de flores de manos del capitán del Condal, Borja Mori.