Las cacerías extraordinarias autorizadas por el Principado este mes de marzo (una vez finalizada la temporada de caza) han dejado veintitrés jabalíes menos en las últimas dos semanas. Así lo explicó ayer el alcalde, el socialista Alejandro Vega, quien se reunió con vecinos, ganaderos y cazadores y medió con el Gobierno regional para que se permitieran estas batidas, contempladas en la Ley de Caza cuando los daños de la fauna salvaje son muy abundantes.

Es el caso de la zona de Oles y Argüeru (donde los ganaderos denunciaron un "problema exagerado") y también de Quintes y Quintueles, con una situación especial por tratarse de una zona de seguridad en la que no está permitida la caza. En este segundo caso fueron los vecinos los que llamaron la atención sobre el problema y propusieron que se redujera la zona de seguridad. Ante las peticiones de todos ellos y del coto, el gobierno local llevó al pleno una iniciativa que fue aprobada por todos los grupos políticos, pidiendo medidas para evitar la proliferación de daños. "La Consejería aprobó la mitad de las cacerías que había solicitado la sociedad 'El Portal', gestora de los cotos maliayeses, y se celebraron los días 4, 7 y 11 de marzo en las zonas de Merón (Argüeru) y El Puntal. Fueron 19 los jabalíes abatidos", describió el regidor antes de remarcar que el caso de las zonas de seguridad es distinto.

"En la zona de Quintes y Quintueles, en el límite con Gijón, también se autorizaron batidas contra el jabalí, pero en este caso fue la propia guardería la que realizó el viernes una batida que se saldó con cuatro abatidos", apuntó Vega. En este primer operativo para controlar la población de jabalíes en esta zona de seguridad han participado unas cincuenta personas entre guardas de la Consejería de Desarrollo Rural -procedentes de toda Asturias-, monteros y cazadores de la zona, acompañados de casi una quincena de perros y miembros de Protección Civil.

En total fueron más de ocho horas de rastreo, abatiéndose ejemplares en Cerreo y Rovigo (Quintueles) y El Pielgo (Quintes). Tanto el Ayuntamiento como colectivos como la Federación de Asociaciones de Vecinos de Villaviciosa (FAAVVI) han solicitado que sean los propios cazadores quienes, con las debidas medidas de seguridad, realicen estas batidas, pues las consideran más eficaces. La Consejería, sin embargo, alega que con la actual normativa en las zonas de seguridad sólo puede autorizarse controles efectuados por la guardería, aunque se apoye con cazadores y vecinos de la zona, como fue el caso. El acuerdo plenario también pedía una actualización del baremo de daños o la aprobación de un reglamento de que seguridad tanto a los damnificados como a los propios cotos.