Han ganado la primera batalla, pero temen que no la guerra. Las familias de los alumnos del colegio Santa Bárbara están hoy de enhorabuena. Sobre todo las de aquellos escolares de nuevo ingreso. Y es que, después de que el Principado dejase sin transporte escolar a los 23 estudiantes que iniciaron este curso sus estudios en el centro lugonense, las quejas de los padres, que amenazaban con iniciar movilizaciones, han surtido efecto y la autoridad regional ha decidido dar el brazo a torcer y universalizar este servicio entre todos los estudiantes.

Sin embargo, la Asociación de Madres y Padres de los Alumnos (AMPA) del colegio desconfía de las intenciones del Principado de cara al futuro, y por ello tiene pendiente una reunión con la Consejería, para abordar este tema.

Pese a que han conseguido ganar la batalla de la universalización del servicio, sospechan que en un futuro a medio plazo en Oviedo puedan decidir cortarlo. "Actualmente recibimos el transporte escolar de forma extraordinaria, y lo que queremos es que nos lo concedan con todas las de la ley", destaca Paula García, presidenta de la entidad.