Francisco Vallina Alonso es terapeuta y entrenador mental, asentado en Llanera. Este ingeniero técnico industrial ha dado un giro profesional de 180 grados para convertirse en "coach" y ayudar a otras personas a superar sus miedos, inseguridades, frustraciones o dificultades de la vida. Explica que, en la mayoría de las ocasiones, su terapia es suficiente, pero, en otros casos, se completa con el trabajo de psicólogos o psiquiatras o, si se trata de una patología que no sea de su competencia, deriva al paciente a otros profesionales de la salud.
-¿Cuáles son sus herraminetas como terapeuta y entrenador mental?
-Principalmente son la programación neurolingüística (PNL), el "coaching" y la hipnosis ericksoniana.
-Hace especial hincapié en la gestión de las emociones, ¿por qué?
-Abogo mucho por la gestión de las emociones porque no nos han enseñado a gestionarlas. Se trata de saber gestionar la ira, la rabia, la frustración y, a veces, el miedo al éxito o a cumplir con las expectativas. Esto provoca el bloqueo a la hora de conseguir objetivos en tu vida, no sólo a nivel material, sino de ser más congruentes en nuestra vida. Si piensas blanco, sientes blanco, haz blanco. A veces, no tenemos claros nuestra esencia y valores.
-¿Y cuál es la labor del terapeuta?
-Nosotros intentamos buscar recursos, que tiene la persona, para que salga de sus bloqueos. Acompañamos a la persona a ver cuáles son los principales valores y darles un orden. Es muy importante descubrir la escala de valores porque las personas los tenemos dentro y hay que despertarlos, pero la sociedad tiende a anularlos y a anular el pensamiento crítico. De ahí que cuando tienes más pensamiento crítico, también tienes tus valores más claros.
-¿Cuáles son las principales preocupaciones de quienes llegan a su terapia pidiendo ayuda?
-Hablar en público, "bullying", rupturas sentimentales, gestión de las emociones... Pero lo que más suelo ver es miedo a los cambios porque nos hacen ir hacia un lugar desconocido; el "coaching" ofrece herramientas para acompañarte a esa zona. Se trata de lograr el bienestar a través de tus propios recursos o de generar nuevos recursos a través del aprendizaje.
-¿Cómo trabaja la programación neurolingüística?
-Son muy importantes los anclajes, que es cuando se produjo un impacto emocional unido a una experiencia. Hay que reorientar los negativos y crear positivos, dando más peso a la oportunidad que al bloqueo. Tiene un campo muy amplio. Por ejemplo, conseguir que el niño acosado no acabe creyendo que es torpe, feo...
-¿Y la hipnosis ericksoniana?
-Trabaja estados de relajación para que los recursos que están en el inconsciente salgan y poder conseguir así cambios que den bienestar. Se utilizan mucho las metáforas para que el consciente no intervenga. Es la herramienta más eficaz.