La caída de un muro ha destrozado la nueva marquesina de Ables, instalada el pasado mes de noviembre. Aunque no hay que lamentar heridos, ya que en el momento del derrumbe no había ningún vecino esperando el autobús, sí hay voces críticas con la administración por los hechos. Y es que residentes aseguran que "ya se había advertido al Ayuntamiento, por escrito, que la construcción no era estable". Actualmente protegida por un cordón de seguridad, la parada de autobús deberá esperar ahora a que se repare el paredón para su renovación.

En septiembre de 2016 una vecina presentó por registro un escrito en el que manifestaba el mal estado en el que se encontraba el muro e instaba al Consistorio a su reparación. Tras la elaboración de informes técnicos, en octubre de 2017 el Ayuntamiento dio la razón a la denunciante y advirtió al dueño de la finca de que, si no acometía los trabajos, los asumiría la administración local de manera subsidiaria. En ese momento el propietario del muro pidió un prórroga de tres meses para la ejecución de las obras, que fue denegada a mediados del pasado diciembre. Ahora, todo apunta a que tendrá que ser el titular del paredón quien sufrague los gastos derivados de recuperar la marquesina.

Curiosamente, al poco de su instalación, esta parada fue denunciada por la asociación Llanera Sin Barreras, tras detectar que un bordillo en la plataforma suponía una barrera arquitectónica. La reclamación de la entidad llanerense no sólo sirvió para reparar la marquesina de Ables, sino que les valió para que el Principado se comprometiese a erradicar los obstáculos de todas las marquesinas asturianas.