Las latas han tomado Candás de un extremo a otro de la villa. El puerto mantiene a todo ritmo la celebración de la Feria de la Conserva, que, cuando no llueve, atrae a numeroso público. Pero no sólo el recinto ferial centra la atención. Las jornadas gastronómicas "Dando la lata" marchan a buen ritmo en los restaurantes que participan en el evento.

Coincidiendo con la feria y para involucrar a la hostelería, el Ayuntamiento ha organizado unas jornadas gastronómicas que tienen como fin la promoción tanto de la hostelería como de las conservas. El objeto de las jornadas es ofrecer una tapa basada en las conservas a un precio de 2,50 euros. Una oferta de calidad que anime a los clientes a conocer todas las propuestas de los nueve locales participantes.

El jueves por la noche, primer día de las jornadas, ya se dejó ver el interés de los clientes. Alguno de los locales fue pillado "in fraganti", ya que no contaba con peticiones tan temprano. Aunque la mayoría anduvieron rápidos y tenían ya a la venta los manjares.

En El Llagarín, Yara Rodríguez y Dévora Ramos ya tenían todo dispuesto. Ambas acudieron a la "máster class" que impartió Iván Villar en la Escuela de Sabores "La Llariega". Y lo aprendido no cayó en saco roto. "Hicimos algún cambio en el pincho que teníamos pensado aplicando lo que contó Iván en la clase", explica Ramos, que aprovechó la sesión más que nadie. Así que lanzó su "Dale la vuelta al chipirón", una caracterización de chipirón, relleno de chipirón en su tinta, con la cabeza hecha de masa de pan y las aletas con pasta crujiente, acompañado de ali oli y arroz en contraste de colores. Por las manchas del mandil, la pelea con los chipirones fue dura.

"Nos pilló un poco el toro al principio", señala Yara, "pero ya estamos a buen ritmo y mañana iremos mejor". Dos parejas se animan a acompañar la sidra con la tapa. Jesús Peláez, Rosana García, Beatriz Fernández y Aitor Gómez aprueban el trabajo de Yara y Devo. "Ya estuvimos en otros bares y vamos a probrarlos todos", comentan. La propuesta parece que atrae a la clientela.

En El embarcadero, Iván González ha confeccionado para la ocasión una hamburguesa de bonito con ensalada de algas y ketchup de mejillones en escabeche. Buen sabor y buen aspecto. Iván no pudo acudir a la "máster class" de su tocayo por incompatibilidad de horarios, pero sí lo hizo en la anterior edición y reconoce que "he aplicado a esta tapa cosas que aprendí entonces". Este año empezó todo un poco más flojo, pero "el año pasado, el primer día di más de 20 pinchos". Le gusta la celebración de las jornadas porque "es algo que llama la atención y la gente quiere algo bueno". En el lado negativo, Iván señala la "baja participación, había más bares el año pasado. Luego nos quejamos porque no se hace nada en el pueblo. Hay que colaborar", señala.

Cerca de El Embarcadero, en pleno centro de Candás, Casa Repinaldo ofrece una tapa de bonito en escabeche con ensalada de canónigos y tomate deshidratado. Feli Espinosa, al mando de las operaciones, cuenta que "ayer ya dimos cuatro tapas". Tiene experiencia en estas jornadas y asegura que "tienen mucha aceptación entre los de aquí y los de fuera". En ediciones anteriores, "llegamos a vender 50 cada día", aunque lo importante de las jornadas, más que el beneficio, es "la promoción del pueblo y la colaboración entre nosotros, tenemos que movernos por el pueblo", comenta. Además, sirve para que quienes llegan a Candás de fuera a la Feria de la Conserva "se muevan por el pueblo, no queda todo en el puerto".

Queda el fin de semana completo para disfrutar de estas jornadas. El Llagarón, La Estación, El Diañu, Principado, El Portalón y la cafetería del Centro Polivalente son los otros participantes en estas sabrosas jornadas.