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Tributo a la primera víctima del Urriellu

Un grupo de montañeros candasinos ascenderá el domingo a la mítica cima para recordar a Luis Martínez, "el Cuco"

Fotografía de "el Cuco".

Un grupo de montañeros candasinos rendirá homenaje el domingo a uno de los grandes olvidados del montañismo asturiano. Luis Martínez, "el Cuco", falleció el 2 de septiembre de 1928, hace 90 años, al intentar escalar el Pico Urriellu, convirtiéndose en la primera víctima de la mítica cima. No se puede saber si tuvo éxito en la ascensión; parece que no, pero con él llevaba un hilo de bramante para medir la altitud del coloso y un pañuelo rojo para dejar en la cima.

Juanjo Mateos, que fue profesor de Filosofía en el Instituto de Candás, llevará el domingo al Urriellu otro pañuelo rojo junto con sus compañeros en recuerdo de El Cuco. "Queremos reconocer la figura de Luis Martínez, un individuo muy interesante que quedó arrinconado en la historia. Ahora que se celebra el centenario del Parque de Covadonga, se habla del Marqués de Pidal y del Cainejo, pero nadie se acuerda de Luis Martínez. Y creemos que es un buen momento para honrar su figura", señala Juanjo Mateos. El domingo, casi de madrugada, comenzará el ascenso la cordada, temprano para evitar los atascos de los fines de semana del verano en el Picu.

Cuando intentó el ascenso, El Cuco llevaba consigo "un pañuelo rojo, de boy scout. Quería subir y dejar allí la pañoleta. Y medir la montaña con una cuerda", explica Mateos, que ha investigado en la interesante vida de El Cuco. Para conmemorar el 90 aniversario de esta primera víctima del Urriellu, los montañeros candasines, más alguno de Gijón, ascenderán al Picu y enterrarán allí un pañuelo rojo. Inmortalizarán el momento con una fotografía, "una de las pasiones de Luis Martínez", que "se gastó mucho dinero en comprar un equipo fotográfico para capturar imágenes de las montañas de Asturias".

"He pasado muy mala noche a causa del frío, pero mirando las estrellas". Esto decía El Cuco en una nota que se encontró con su cadáver, "probablemente escrita la noche antes del accidente. Tardó una semana en subir", cuenta Mateos.

"Era su obsesión escalar el Naranjo de Bulnes, sin ayuda de nadie, posar la planta sobre la frente del coloso", describía entonces el secretario municipal de Cabrales, Pepe Huerta. Y en el periódico "El Carbayón", en Oviedo, donde vivía desde que pasó un año desde su nacimiento en Luanco, se reconocía a Luis Martínez por su faceta atlética cuando se habló del suceso: "Se trata de Luis Martínez "el Cuco", el popular atleta de San Julián de los Prados".

Pero El Cuco era más que un atleta. De familia muy humilde y sin estudios, fue autodidacta y un prometedor escultor, trabajando la madera. Participó en algunos certámenes provinciales del trabajo que tenían lugar en La Felguera con motivo de las fiestas de San Pedro -en alguno coincidió con el candasín Antón-, y consiguió algunos premios que le permitieron una mayor capacidad adquisitiva y más tiempo libre, que dedicaba, entre otras cosas, a las excursiones de varios días.

La figura de Luis Martínez "El Cuco" recibirá este fin de semana el primer homenaje, pero no será el último. "Vamos a organizar una exposición con imágenes en la Biblioteca de Candás", anuncia Juanjo Mateos. "Está ya casi ultimada, pero no llegamos para hacerla el 2 de septiembre. Esperamos inaugurarla en un plazo de dos semanas y poder dar a conocer la figura de este hombre tan interesante".

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