"Quién ocupará su puesto y la portavocía del grupo municipal es algo que debemos todavía tenemos que decidir". Tras el Pleno extraordinario de ayer, en el que se aceptó por unanimidad la renuncia del hasta entonces número dos del PSOE local, Gabriel Rodríguez, la alcaldesa, Amelia Fernández, aseguró no saber quién le dará relevo ni en su acta de concejal, ni en sus hasta ahora múltiples concejalías, ni en la portavocía municipal.

Si se aplicase la lógica de las listas electorales, el sillón dejado por Rodríguez debería ser para Roberto Bueno Soto, número ocho de la candidatura de los socialistas en las elecciones municipales de 2015 y natural de Logrezana. El PSOE gobierna en minoría con 6 ediles de una Corporación de 17.

En cuanto al encargado de ocupar la portavocía municipal, Paula Cuervo se descubrió ayer como una seria candidata al puesto. La concejala más joven de la corporación asumió desde el principio las riendas del Pleno en la que, seguramente, ha sido la sesión más complicada en lo que va de mandato.

Y lo hizo con nota: respondió con firmeza y sin escabullirse a las preguntas de la oposición; fue la encargada de anunciar la renuncia de Gabriel Rodríguez y de leer la carta de despedida del ya exedil -momento en el que se le quebró la voz de la emoción-; y no dudó en atacar a sus adversarios políticos: "La Alcaldesa no va a acompañar a nadie", zanjó elevando el tono ante las reiteradas peticiones de dimisión a Fernández, o "sólo faltaba que dijese que aquí hay delincuentes después de apoyar a Pablo Casado", espetó al portavoz del PP.

El desparpajo y el papel "canchero" de Cuervo gustó, incluso, entre sus adversarios políticos. Tanto fue así que hasta el portavoz de Izquierda Unida, Ángel García, reconoció públicamente el buen hacer de la edil. "Es usted muy buena. Es el descubrimiento de este mandato, se lo he dicho a su Alcaldesa", le soltó a modo de guiño el concejal, que no eludió acabar su intervención con una pequeña colleja: "También es buena porque defiende lo indefendible".

La otra incógnita que se cierne ahora sobre el PSOE carreñense, sobre la que más insistieron ayer los tres grupos de la oposición, será el peaje político que pagarán. PP, Somos e IU no dudaron ayer en asegurar que el caso del engorde las cuentas del servicio de recogida de animales errantes pasará -y nunca mejor dicho- factura al gobierno local la próxima primavera en las elecciones.