El poblado de Piñeres ya es historia. El Principado ha tapiado las viviendas de hormigón en las que hasta hace unas semanas residían cuatro familias gitanas, tras realojarlas en pisos de protección oficial.

La intención de la administración regional es derribar estos bloques.

La barriada de Piñeres nació en 1985 para alojar a familias que hasta ese momento vivían en chabolas. Eran seis módulos prefabricados en los que se iba a alojar a las familias hasta que la administración les encontrase una nueva ubicación. Tras un incendio ocurrido en 2001 estas estructuras fueron demolidas y sustituidas por las viviendas de hormigón actuales.

Tras el cierre del poblado, la Policía Local lo vigilará hasta que el Principado lo tire.